sábado, 30 de agosto de 2008

esta tarde, séptima y última cita del AC4

30 DE AGOSTO DE 2008 20.00 HORAS
BIRIBAY JAZZ CLUB —LOGROÑO—

AGOSTO CLANDESTINO LLEGA A SU FIN EN UNA FIESTA QUE AUNARÁ CINE, LITERATURA Y MÚSICA "MADE IN RIOJA"

A partir de las 20.00 h. en el activo marco de la sala Biribay Jazz Club comenzará la fiesta final de Agosto Clandestino (Poetas en Logroño), festival que ha acercado a nuestra ciudad algunas de las voces más señeras de la última poesía española.

El acto estará dividido en dos actividades diferenciadas:
A las 20.00 h. se presentará el poemario Una casa en propiedad de Regis Muskiz (seudónimo del director de cine Velasco Broca), se realizará un visionado de su premiada trilogía de cortometrajes Echos de Buchrücken. Este acto será presentado por el poeta José Luis Pérez Pastor.
Y, a las 22.30 h., también en Biribay Jazz Club, asistiremos a la presentación del disco Ciudad del gallo del grupo de Ska-Punk-Rock logroñés Tarangallo (
http://www.myspace.com/tarangallo) en el que es su concierto número 50.

La fiesta pretende resumir la esencia del festival Agosto Clandestino, es decir: calidad y, por qué no, entretenimiento. Cine, literatura y música de primera calidad pero a la par asequible para todos los públicos. Los actos serán completamente gratuitos.

Velasco Broca (Regis Muskiz)
César Velasco Broca es un cineasta español nacido en Amurrio (Álava), en 1978. Criado en Logroño.Realiza su primer cortometraje, Footsy en Super-8, en torno a la historia de apareamiento de dos caballos muertos. Esto le abre las puertas a otros proyectos más ambiciosos como el cortometraje en 16 mm. Kinky Hoodoo Voodoo, que narra la historia de una invasión extraterrestre que se nutre de niños españoles. El cortometraje recibe multitud de premios y es exhibido en festivales como Sitges, San Sebastián o Marienbad.Ya afincado como uno de los cortometrajistas más interesantes de la década, se le encarga un proyecto de video de educación sexual que finalmente termina convirtiéndose en su nuevo cortometraje: Der Milchshorf, en español: La Costra láctea, que tiene una gran acogida y que mantiene las constantes del fetichismo, la España folclórica, y los alienígenas. Tras intentar sacar a flote una serie de televisión (Las aventuras galácticas de Jaime de Funes y Arancha) y un libro (Los naranjos del eterno esplendor), colabora con TheVideoArtFoundation incluyendo el segmento Permanence/Permanencia en el proyecto internacional Videodictionary.En 2007 gana con su cortometraje Avant Pétalos Grillados el Gran Premio del Jurado al mejor cortometraje experimental de Slamdance y tiene una notable presencia en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, donde presenta un cortometraje español por primera vez en 36 años. Ese mismo año, su obra completa es editada en dvd en el Pack 40 Aniversario del Festival de Sitges y puesta en venta por separado en una lujosa edición por parte de Cameo bajo el título de Echos Der Buchrücken.Actualmente lleva el sello discográfico Batan Bruits, coordina la productora Regan&Velasco Inc. y la pre-producción de su salto al largometraje Noches Transarmónicas, sobre un guión de Nacho Vigalondo. Presentará en el festival su primer libro de poemas y podremos ver una selección de sus mejores trabajos cinematográficos.

La calabaza japonesa
rodeada de vaporosos condiscípulos
sonreía ante su propio hedor
Al cabo de un rato reconfortada
prendió un pincel y con gestos
complacientes que colmaron
ciertas expectativas sobre su uso
se despidió
Una silueta de mugre y uñas atacadas
se repetiría a unos cincuenta y cinco centímetros del suelo

http://www.zonadvd.com/modules.php?name=News&file=article&sid=11779
Tarangallo
Ciudad del gallo, es el nuevo disco del grupo riojano de punk-rock-ska Tarangallo. Tras su primera maqueta Dale volumen, su exitosa versión Aquí si hay playa y un pequeño cambio de formación, la banda más divertida de la escena riojana da a luz su nuevo trabajo, que presenta seis temas con olor a asfalto, a punkrock curtido y a crítica social.Comienzan con el corte que da título al disco, Ciudad del Gallo, donde nos invitan a conocer su mundo, a probar un poquito de su magia. Siguen canciones como Teletoxicómano, Violencia casera o La del perro con un lenguaje más mordaz y directo, y con la denuncia social como telón de fondo; tres canciones llenas de rabia y punkrock. Los temas Yo quiero dormir —el más divertido del disco que juguetea con ritmos Ska— y En la ventana, destinado a ser bandera pirata del grupo, terminan de dar forma al último trabajo de Tarangallo.El disco ha sido grabado, mezclado y masterizado en marzo de 2008 en los estudios Track 6 de Logroño a manos de Dan Diez. El single Teletoxicómano ha contado con la voz de Odón (ElCuartoVerde) y la portada ha sido obra del diseñador gráfico Enrique Cabezón (kb). El disco ha sido editado por Ediciones del 4 de Agosto, responsable de la edición de algunos de los discos más representativos de la música riojana de nuestros días: Siempre el mismo cuento de Labuela, fracaso, etcétera de enBlanco, Del principio hasta aquí de Melkiades, el homónimo disco de Perseverance, 13 de Puskas y el celebrado recopilatorio Gracias amigos, homenaje riojano a The Ramones.

PDT.: Este festival Agosto Clandestino no hubiese sido posible sin la implicación de la Unidad de Juventud del Ayuntamiento de Logroño, los responsables de La Gota de Leche, y la inestimable colaboración de Husa Hoteles y Biribay Jazz Club. Desde aquí queremos mostrar nuestro agradecimiento a estas instituciones y empresas, sensibles y también parte activa de nuestro panorama cultural. También gracias a los medios y periodistas que, cada semana, habéis cubierto nuestras actividades.

jueves, 28 de agosto de 2008

esta tarde, sexta cita del AC4

28 DE AGOSTO DE 2008 20.00 HORAS LA GOTA DE LECHE —LOGROÑO—

LOS POETAS CARLOS ALCORTA Y RAFAEL-JOSÉ DÍAZ PRESENTARÁN SUS NUEVOS POEMARIOS DENTRO DE AGOSTO CLANDESTINO


Se trata de los poemarios Ritual de la luz de Carlos Alcorta y Una ruta de junio de Rafael-José Díaz, dos autores de reconocido prestigio y de actualidad permanente para los amantes de la mejor poesía en español escrita en nuestro país de la actualidad. Conducirá el acto el poeta Odón Serón Zabala.


Si algo ha demostrado esta edición de Agosto Clandestino es la conexión que existe entre los poetas de nuestra tierra y los poetas de otras geografías de nuestro idioma, en esta jornada podremos disfrutar de la presencia y recitales de dos autores de voz cuajada y calidad indiscutible. Una cita ineludible.


Carlos Alcorta
Carlos Alcorta (Torrelavega, 1959), ha publicado varios libros: Lusitania, 1988, Biblioteca del Vigía, Torrelavega; Condiciones de Vida, 1992, Editora Regional de Extremadura, Mérida; Cuestiones Personales, 1997 (Premio Alegría/José Hierro), Colección Árgoma, Santander; Compás de Espera, 2001, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Zaragoza; 'Trama', 2003 (accésit Premio Ciudad de Salamanca), Algaida, Sevilla, Corriente Subterránea, 2003 (Premio Hermanos Argensola), DVD Ediciones, Barcelona, y Sutura, Ediciones Hiperión, 2007, Fundación Gerardo Diego.Es autor de las Plaquettes: Doureios Hippos, 1986, Scriptum, Torrelavega; Un Lugar en la Memoria, 1988, Publicaciones de la Librería Anticuaria El Guadalhorce, Málaga y Pormenor, 2005, La Horadada, Santander.Codirigió la colección de poesía Scriptum, uno de los referentes de la vida literaria en Cantabria durante años, y actualmente codirige las publicaciones de la revista de literatura Ultramar.

[Prodigio]
Miro volar las palabras bajo un cielo limpio, desnudo, como si fuera creado en ese instante por la mano redentora que todo lo construye, con la devoción del asombrado.
No son de pájaros estas alas que sostienen el vuelo, no dibujan en el aire la silueta del alzado, pero rasgan igualmente la cúpula ciega, el blancor que me desvive. Son, ahora lo veo, signo de un decir y sacrifican un límite.
Por eso miro, sabiéndome único y afortunado, el nacimiento de la luz, su epifanía, escucho su canto inminente que despertará al mundo y a las criaturas dormidas que lo habitan.




Rafael-José Díaz
Rafael-José Díaz, es un poeta español en lengua castellana nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1971. Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna. Ha sido lector de español en la Universidad de Jena (1995-1998) y en la Universidad de Leipzig (1998-2000). Dirigió entre 1993 y 1994 la revista Paradiso.Ha publicado cinco libros de poesía hasta la fecha, El canto en el Umbral, Los parpados cautivos con el que obtuvo el premio Tomás Morales de poesía 2002, La azotea-Réquiem (en colaboración con el pintor mexicano Vicente Rojo), Moradas del insomne y la recopilación Antes del Eclipse, recopilación que comprende poemas cuya fecha de escritura se ciñe al período entre 2003 y 2005. Ha traducido la obra de Gustave Roud, Philippe Jaccottet, Jacques Ancet, Hermann Broch, Arthur Schopenhauer y Ramón Xirau, entre otros. También ha frecuentado la prosa ensayística en sus diarios La nieve, los sepulcros y en una compilación de ensayos literarios publicados en el 2007. Ha sido incluido en las antologías Paradiso, La otra joven poesía española y Última poesía española (1990-2005). Está considerado por los críticos como uno de los máximos exponentes en la poesía española contemporánea del grupo denominado "lanzarotista", moderado por Sánchez Robayna.

Alguien me vigila
aunque no veo a nadie,
el ruido del motor y las cigarras
es lo único que oigo
en este caserío cuyo nombre,
Targa,
parece describir las escondidas
pupilas de una anciana entre visillos:
vocales francas entre ásperas
consonantes de piedra estranguladas.

lunes, 25 de agosto de 2008

me gusta el baloncesto

no me interesa demasiado el deporte

pero regala a veces espectáculos vibrantes que entusiasman a cualquier ser humano medianamente sensible

es el caso

piel de gallina casi dos horas

alucinante el partido de la final olímpica de baloncesto masculino

hacía tiempo que no disfrutaba tantísimo viendo deporte

algunos lo han calificado como el mejor partido de la historia del baloncesto o como el partido del siglo

no sé si tanto, pero un partidazo brutal desde luego

rápido, ágil, divertido, rudo y a la vez tremendamente delicado

de hecho, el nivel de intensidad controlada de un partido de baloncesto igualado es incomparable

me gusta el baloncesto porque casi tiene más que ver con el aire que con la tierra

porque hasta la parábola que dibuja el balón es un guiño a esa fantasía ingrávida que practican los buenos jugadores

los que hacen soñar

porque las partes más brillantes del juego remiten constantemente a esa ilusión de volar

porque en un buen partido se alcanzan cotas altísimas de belleza plástica

porque el despliegue de fintas, driblings, pases, aley hoops, tiros, ganchos, saltos, parece más propio de los alardes de un baile que de un deporte

y porque me gusta la actitud de los jugadores de la selección

porque no parecen gilipollas ni paramilitares chungos

porque parecen chicos normales

inlcuso tiernos

y esa combinación (ser muy bueno, echarle rabia y ser tierno a la vez) es irresistible



jueves, 21 de agosto de 2008

esta tarde, quinta cita del AC4

21 DE AGOSTO DE 2008 20.00 HORAS LA GOTA DE LECHE —LOGROÑO—

LOS POETAS MARÍA INMACULADA FERNÁNDEZ BARJOLA Y ANTONIO LOMBILLO PRESENTAN SUS PRIMERAS OBRAS

Se trata de los poemarios Del miedo y las estrellas de María Inmaculada Fernández Barjola (cuya poesía mereció el accésit de poesía del Certamen Literario San Isidoro de Sevilla, en el año 2004) y Vida de mario de Antonio Lombillo, donde el riojano da buena muestra de su arte.Conducirá el acto el poeta Enrique Cabezón García.

Apostar por las nuevas voces de nuestra poesía ha sido, y es, uno de los objetivos de la Asociación Cultural Planeta Clandestino desde sus inicios, en aquel lejano 1995, por eso nos es grato presentar estas dos primeras obras de dos autores con fuertes vínculos con nuestra tierra.

María Inmaculada Fernández Barjola
María I. Fernández Barjola (Don Benito, Badajoz, 1981) es licenciada en Filología Hispánica y actualmente cursa estudios de doctorado. Su escasa producción literaria sólo ha visto la luz en revistas (Ventana Abierta, Asterisco, Correspondencia, Cartas Poéticas de Autores Jóvenes), fanzines (Lapapelera) y en alguna antología: KonKretePoésieVisualPoemaObject (Ed. Regional de Extremadura, 2001), Voces del extremo: poesía y canción (Fundación Juan Ramón Jiménez, 2004) y Encuentros de Poesía Visual (Junta de Extremadura, 2001). Ganó el accésit de poesía del Certamen Literario San Isidoro de Sevilla, por el poemario Del miedo y las estrellas (2004, que se edita, por fin, en este festival) y algún premio más.
Siento pánico a mirarme
a través de tus ojos
y descubrir que soy sólo lo que ves:
sin ese halo que se añade por amor,
con los defectos que se olvidan por amor,
sin las virtudes que se inventan por amor.
Siento pánico a mirarte
y ser lo que siempre fui para ti:
tan sólo lo que soy,
tan sólo lo que hay,
tan sólo lo que ves.
Antonio Lombillo
Antonio J. Lombillo, nacido el Logroño, La Rioja, en 1974. Estudió Arquitectura Técnica. Dirige Expositiva, empresa de diseño afincada en La Rioja. Vida de mario es su primer libro de poemas.
Pereza y no pereza
No deseo continuar.
Bajo la sombra soy lo mismo ahora que antes,
que no es una cuestión de tiempo,
tantos modos posibles para acabar
y me vale uno,
tanta manía con cuidar lo pasajero,
me vale todo.
¿Recuerdas?
sentados en el valle aquella hierba,
aquel nogal,
sentados en la vida con tranquilidad risueña
no éramos más de diez años de vida,
de paseo,
no éramos desasosiego ni rencor,
algún día tristes, alguno contentos
¿qué era todo, qué eras tú y yo, cómo?
Quizás fue progresivo,
un modo de suceder remoto como la luna,
un pasaje del recuerdo quizás,
que no sabemos en qué momento cambió la vida,
nos preocupó la hora,
nos sentimos molestos,
abatidos, humillados,
y ahora hay que luchar contra todo,
tantas cosas
me abrumande un modo absoluto
tanto que ya no lucho,
pero consciente día y noche
no dejo de preguntarme cuándo,
por ejemplo.

sábado, 16 de agosto de 2008

cuba!


27-6-08, viernes

Queremos ir al Capitolio. Desayunamos sin mucha emoción: huevos duros, yogur, zumo de mango, pan, café, mantequilla y una especie de sanjacobos de salami. De todos los azucareros salen hormigas. Vamos subiendo el Prado y el Parque Central. Leo la carta del menú especial mediterráneo del NH y se me hace la boca agua (gazpacho, calamares, atún). El Capitolio es muy bonito. Es sede de un ministerio y palacio de congresos. Vamos paseando por los salones (se está fresquito). Entro al servicio y la mujer que los cuida me lava ella misma las manos y me las seca. Un fantasma vive en uno de los salones y se deja ver todas las noches. No lo vemos porque es de día, nos dicen. Dentro hay también una especie de mercadillo de artesanía. Nos ponemos a pensar en los regalos que tenemos que llevar. Salimos y nos acercamos a la fábrica de tabacos Partagás que está justo al lado. Pasamos de entrar. Nos metemos por la calle Neptuno en Centro Habana. Nos dan el peor palo del viaje, 14 cucs (se supone que iban a ser 6) en leche en polvo para una niña. Mientras Enrique, la madre y la niña están en la tienda (y la madre le dice a Enrique que hable alto para que la dueña vea que no es cubano), yo me quedo afuera con el padre. En una calle perpendicular, no recuerdo si Industria o Consulado, hay una aglomeración de gente, se oyen gritos. Yo no alcanzo a ver nada pero nos explican que un policía le ha abierto la cabeza a un cubano. Enrique sale de la tienda con la madre y la niña, que tiene una quemadura bastante grande en la frente. Trae mala cara. Los padres le dicen a la niña que nos de un beso a cada uno. Nos vuelven a contar que asimila mal el hierro por la quemadura y que tenemos cara de buenos. Que los españoles somos los mejores turistas y personas que llegamos a la isla. Nos vamos cabreados de allí. Andamos un poco por Centro Habana. Es una locura. La gran mayoría de los edificios son maravillosos. Hechos mierda pero maravillosos. Pensamos que si restauraran la parte histórica de La Habana entera, incluyendo las mansiones antiguas con jardín del Vedado, sería una ciudad alucinante, comparable a Venecia, Viena o Estambul. Pocas ciudades de las que hemos visitado conservan tantos edificios fantásticos, desiguales e imaginativos. Me recuerda a Nápoles un poco, pero más por la decandencia que comparten en algunas zonas que porque sean realemente parecidas. Aunque es a Palermo a la que apodan "pequeña Habana". Pensamos también que si restauraran todo tendrían que tener mucho cuidado. La Habana Vieja, en su parte restaurada, está llena de amarillos pollo, azules intensos, verdes hoja y rosas un poco feos. La Habana restaurada, por su carácter, tendría que ser color pastel, rosas palo, azules deslavados, grises pálidos, piedra clara y color crema... Colores dulces, muy suaves. Habría que desterrar los colores puros, los cálidos y los excesivamente luminosos y así se lograría que esta ciudad abrasadora pudiera ser a la vez eso y tristona como es ahora. Tristona a no poder más. Tristonas las calles y los edificios y la música y las tiendas para comprar apenas sin suministro y las bolsitas medio vacías que llevan lo cubanos. Tristones los periódicos y los canales de televisión. Tristones hasta los contenedores, siempre medio vacíos también, y los bares y los paneles explicativos de los museos. O tristona nuestra forma de mirar, vete a saber. De vez en cuando nos sorprendemos tarareando el yo soy así, yo soy habanero de Athanai. Volvemos a Habana Vieja, que después de andar por Centro Habana parece de mentira, para comer. Nos apetece ir a un chino que tenemos fichado desde el primer día, pero hoy no da comidas porque tienen cortada el agua. Acabamos en un sitio de comida española. Enrique hoy lleva puesta la camiseta de Camarón que le regalaron sus hermanos por su cumple y cuando entramos al restaurante los músicos, que están ensayando con sus guitarras españolas, paran de tocar. Comemos chorizo, queso, gambas rebozadas, ensalada con tomate... Después entramos a ver una maqueta de La Habana alucinante que se curró un hombre que, por lo que se ve, andaba bien de tiempo. Cuando todo está en orden, tiene luz, música y movimiento, pero hoy no hay ni agua ni corriente. Aún así nos gusta mucho. Luego vamos a ver el Museo de la Ciudad, en la Plaza de Armas. El contenido no está muy allá pero el edificio es precioso. Hay pavos reales dentro y, como es costumbre, los guías te persiguen aunque les digas que no hace falta que te expliquen nada, gracias. Cuando salimos hace un calor criminal. A las 17 horas hemos quedado con la compañera de Pedro Juan. Hacemos tiempo tomando dos cervezas en dos sitios distintos. El último frente al malecón y justo al lado de la casa de Pedro Juan que, efectivamente, parece que vive donde cuenta en sus libros. Acompaño a Enrique hasta el portal en la calle San Rafael, la paralela al malecón, pero no me atrevo a subir. El portal es muy oscuro, las escaleras estrechísimas y el ascensor ni lo abrimos. Me da miedo. No puedo dejar de imaginarme pitbulls sin bozal saliendo de los pisos y yo desmayándome directamente en los rellanos. Enrique sube (hasta el último piso, el séptimo) y yo me quedo en la calle. No sé por qué me da una medio llorera. Se me escurren un par de lagrimones mientras me fustigo mentalmente por mi cobardía. Salgo otra vez al malecón. Un señor mayor me mira queriendo saber. Me sonríe. Me muero de vergüenza. Cuando se me pasa el berrinche vuelvo al bar en el que habíamos estado. Me pido otra cerveza y el camarero se acerca a hablar conmigo. Hablamos del tiempo en España, de comida y de la Eurocopa. Enrique vuelve. Dice que la casa de Pedro Juan era muy luminosa y que la chica que lo ha atendido era muy amable. Que le ha invitado a un café pero que ha tenido que decirle que no porque yo estaba abajo. Y que se oían niños dentro. Me dan ganas de llorar otra vez. Pillamos un cocotaxi y volvemos al hotel. Enrique se duerme y yo no puedo. Hay músicos en el patio del hotel. Tocan el Chan chan de Compay (de Alto Cedro voy para Marcané, luego a Cueto voy para Mayarí...). A llorar otra vez. Los grabo desde el tercer piso. Para cuando Enrique se despierta he logrado recomponerme de la llorera tontuna que llevo horas arrastrando, y de esa espiral chunga de autocastigo y autocompasión, por el susto que me da el señor de Angalia. Llama por teléfono a la habitación del hotel y nos dice que el avión en el que tenemos que volver se ha roto y no va a salir hasta, por lo menos, el miércoles de la semana siguiente. Me tiene en suspenso un rato, por ese ritmo cubano tan proclive a las pausas, hasta que me dice que nos ha reubicado en un vuelo de Iberia que sale también el domingo por la tarde. Al día siguiente quedamos con él para que nos de nuestros billetes nuevos. Enrique se despierta, nos cambiamos de ropa y nos vamos a cenar. Vamos a la cervecería de la Plaza Vieja. La cerveza es casera y la puedes pedir en metros (un metro, dos litros). Tiene una barbacoa. Nos atienden fatal y la comida no está muy ahí, salvo unas brochetas de cerdo ahumado que están cojonudas. Frías pero buenísimas. Nos bebemos nuestro metro de cerveza. Vemos muchas parejas que chirrían (señores mayores decrépitos con mulatas espectaculares y alguna menos también invirtiendo los sexos). Un camarero me acompaña hasta el baño diciéndome cochinadas y otro distinto hace lo mismo durante el camino inverso. Debe de ser porque es viernes. Volvemos paseando despacito, otra vez por la calle Obispo que está hasta arriba de gente, llena de chicos y chicas tuneados para salir. Nosotros nos vamos a dormir. Algo nos debemos de estar perdiendo.


jueves, 14 de agosto de 2008

esta tarde, cuarta cita del AC4

14 DE AGOSTO DE 2008 20.00 HORAS LA GOTA DE LECHE —LOGROÑO—


LOS POETAS DAVID ELOY RODRÍGUEZ E IVÁN MARISCAL PRESENTAN EN LOGROÑO SUS ÚLTIMAS OBRAS

Se trata de los poemarios Los huidos de David Eloy Rodríguez (cuya poesía mereció el Premio Surcos de Poesía en el año 2000) y Comprensión de la penumbra de Iván Mariscal que ha musicado algunos de los poemas y los interpretará acompañado de su guitarra. Conducirá el acto el poeta Íñigo San Sebastián Barja.

Dos de los poetas más activos de la joven poesía andaluza recalan en Logroño para protagonizar la cuarta jornada de Agosto Clandestino (Poetas en Logroño). La Palabra Itinerante es un colectivo de agitación y expresión cultural. Tiene su nacimiento en Sevilla y Cádiz, y se dedica a la acción poética a través de diversas vías, lenguajes y cauces, en un continuo proceso de investigación hacia una comunicación honda y transformadora.Entre las múltiples dedicaciones de los autores que integran el colectivo se encuentran: la creación de su propia obra y su difusión; la búsqueda de modos eficaces de accionar los textos (con propuestas y soportes que contemplan el anudamiento de música y poesía, la poesía escénica, la poesía sonora... en actuaciones en vivo o a través de registros); la organización de actividades para la difusión de la literatura (como es el caso del ciclo permanente Poesía en Resistencia, que se celebra en El Almacén de la Imperdible, en Sevilla, todos los miércoles desde 2001 y por el que han pasado para recitar más de sesenta autores de todo el Estado hasta la fecha); tareas de edición; organización de actividades para la animación a la lectura y la escritura, como es el caso de los diversos talleres de creación literaria que coordinan e imparten para diversos públicos e intereses... Todas las actividades de La Palabra Itinerante parten de los presupuestos de una fuerte implicación con el entorno social y una conciencia de la responsabilidad y función social del arte, el hecho literario, y de aquellos que lo ejercen.

David Eloy Rodríguez
David Eloy Rodríguez (Cáceres, 1976). Vive desde 1993 en Sevilla, adonde se trasladó desde Jerez de la Frontera (Cádiz), donde transcurrió su infancia. Es licenciado en Comunicación Audiovisual y ha realizado también estudios de Antropología. Se dedica a la literatura y a la difusión cultural.Ha publicado varios libros de poesía y su obra ha sido recogida en numerosas antologías nacionales e internacionales y volúmenes colectivos dedicados a la poesía española actual. Además participa desde 1996 en diferentes proyectos escénicos vinculados a la palabra poética. Con ellos ha intervenido, accionando de viva voz su propia obra, en numerosos festivales literarios y artísticos, bien sólo o bien en compañía del cantautor Iván Mariscal -quien ha adaptado musicalmente e interpreta algunos de sus poemas-, del Circo de la Palabra Itinerante o de los poetas Miguel Ángel García Argüez y José María Gómez Valero. Ejerce crítica literaria y textos suyos han aparecido en revistas y otras publicaciones literarias, artísticas, de pensamiento. Ha intervenido con sus creaciones en diversas exposiciones colectivas de arte contemporáneo. Es uno de los editores de la aventura independiente Libros de la Herida.Vinculado al colectivo de escritores La Palabra Itinerante desde 1996, realiza desde allí acción cultural y social, imparte talleres de creación literaria, participa en tramas e intervenciones artísticas y coordina iniciativas culturales.
OBRA: Es autor de los libros de poemas: Chrauf (Ediciones de la Universidad de Sevilla, 1996), Miedo de ser escarcha (Qüasyeditorial, 2000, Premio Internacional Surcos), Asombros (Imagoforum, colección Carne y Sueño, Sevilla, 2006; con imágenes del artista Miki Leal) y Los huidos (ediciones 4 de Agosto, Logroño, 2008). Textos y poemas suyos han sido incluidos en diversas antologías, entre ellas: Voces del extremo (Fundación Juan Ramón Jiménez, en 2001, 2002 y 2008); Once inicial (Fundación Municipal de Cultura de Cádiz, 2002); No doblar las rodillas: siete proyectos críticos en la poesía española reciente (Universidad de Chile, Santiago de Chile, 2002); Poesía de la Conciencia (Zurgai, Bilbao, 2003); Sevilla: 24 poetas y 24 artistas (Imagoforum, Sevilla, 2004); Andalucía Poesía Joven (Editorial Plurabelle, Córdoba, España, 2004); Alzar el vuelo (Imagoforum, Sevilla, 2006); Literatura Joven de Andalucía (Punto de partida, UNAM, México DF, 2007); Poesía Viva de Andalucía (Universidad de Guadalajara, México, 2007); Once poetas críticos en la poesía española reciente (Baile del Sol, Tenerife, 2007), Poesía española 2008 (Alhambra Publishing, Bélgica, 2007), Poetas en el camino (Nuño, Sevilla, 2008), Palabras que se mojan (Diputación de Sevilla, 2008) o Aquí y ahora (Igriega, Madrid, 2008).Ha participado también en libros colectivos como Miradas, ecos y reflejos (Cgt, 2004), Vida de perros (Ediciones del 4 de Agosto, La Rioja, 2007), Poetas en bicicleta (Nuño editorial, Sevilla, 2007) u Once poéticas críticas (Contratiempos, Madrid, 2007) y textos suyos han aparecido en revistas y publicaciones literarias, artísticas y de pensamiento como Mercurio, Renacimiento, La hamaca de lona, Alhucema, La última canana de Pancho Villa, Cámara lenta, Ágora, Ex Libris, Puerto... Poemas suyos han sido traducidos al catalán, al italiano, al francés y al portugués.
PREMIOS: Premio de poesía Universidad de Sevilla 1995; premio Fernando Quiñones 1998; premio internacional Surcos 2000; premio Creación Joven de Sevilla 2007; premio Muestra Andaluza de Literatura Joven, Málaga, 2008.
POÉTICA: El malentendido es la norma. La comunicación es la excepción. El amor es el milagro. Así pues: Escribir por amor. Escribir para entender el mundo. Escribir para la transformación. O bien, dicho por Juan José Saer (1937 - 2005): La cultura no se declara, se hace. Y casi siempre en un paisaje de barbarie. El trabajo puede parecer a veces inútil y amargo, y la lucha desigual ante el poder ilimitado de lo adverso. Pero eso carece de importancia porque la creación, aun en un universo indiferente, es una especie de redención práctica en la que el agente transformador se transforma a sí mismo aunque el mundo que ha querido cambiar siga igual. Antes que nada la creación es alegría, pero también arma y consuelo.
Líneas de fuga

Huir lejos del odio y sus madrigueras
encendidos de pasión y búsquedas.
Huir por desesperaciones y refugios
con un equipaje de amor y desasosiego.
Huir hacia una hora sin puntos cardinales,
como equilibristas por el fino cordel de la cordura
o como mendigos que persiguen
un merecido corazón sobre la tierra.
Huir guiados por brújulas rotas.
Huir confiando en la fuga.
Huir para encontrarnos.



Iván Mariscal
Iván Mariscal. Andaluz de Jerez de la Frontera, nacido en 1976, licenciado en Filología hispánica. Escritor, músico, cantautor, filólogo y periodista. Integrante del colectivo La Palabra Itinerante, Comprensión de la penumbra es su primer libro de poemas. Sus poemas han sido publicados en numerosas revistas tanto impresas como digitales de Latinoamérica y España (Lunas rojas, Alhucema, La vaca de muchos colores, etc) y ha sido antologado por la Fundación Juan Ramón Jiménez en el libro Voces del extremo. Poesía y canción y recientemente en Voces del extremo. Poesía y capitalismo. En 2007 se le le concedió el primer premio de poesía del XIV Certamen Expresión Joven de Jerez de la Frontera. En 2001 publicó el CD Un día en el país de los humanos, y actualmente está en proceso de aparición su nuevo trabajo, Canciones en tiempo de guerra. Ha actuado por todo el territorio español en teatros y salas de conciertos, solo o acompañado de los poetas David Eloy Rodríguez y José M. Gómez Valero. Iván Mariscal interpreta actualmente canciones de la grabación que actualmente está realizando, con la colaboración de músicos de prestigio, centrada en la poesía de jóvenes autores andaluces, trabajo en el que continúa una fructífera trayectoria dedicada a las relaciones entre la palabra poética y la música. Mantiene un blog en la Red: http://www.elcazadordemariposas.blogspot.com/ Poemas en: http://lasafinidadeselectivas.blogspot.com/2007/10/ivn-mariscal.html

Variaciones sobre una suite amarga
Mi infancia son recuerdos de chocolate
y pan duro, también de lagartijas
sin rabo, de bocata en la mochila,
de tardes con rumor de comba y tiza.

De mis quince años queda la visión
de una puerta, con todo lo que eso
significa, de faldas de colegio
de monja, de una noche a frío lento.

De lo que pasó luego
no hay mucho que contar.
Me fui haciendo viejo.
Creo que este poema lo confirma.

martes, 12 de agosto de 2008

cuba!


26-6-08, jueves

Queremos ir a ver el Museo de Bellas Artes pero está cerrado porque han cortado el agua, así que vamos a ver el de la Revolución. En que ponemos un pie en la calle nos abordan los caleseros que están permanentemente aparcados en la puerta del hotel. Son guías estatales que por un precio módico te dan un paseo en calesa por La Habana Vieja y te la comentan. Algunos son muy majos y otros nos dan hasta mal rollo. Todos nos hablan del España-Rusia de hoy. La verdad es que tenemos muchas ganas de ver el partido. Hemos dejado los móviles cargando en recepción (en la habitación no podemos) porque yo aprovecho los partidos para hablar con mis hermanos. El museo es muy interesante. Los paneles explicativos están hechos con letras pegadas sobre paneles de cartulina. Nos lleva casi toda la mañana. De todo el que hizo algo se sabe el nombre; hay listas y listas de malos y de buenos, de vivos y de muertos, de heridos y de ilesos. Entendemos por qué en una librería de Cienfuegos, cuando pedimos una historia general de Cuba en un tomo, la mujer que nos atendía resopló y nos dijo que era imposible que eso existiera. Eso en España sí, porque somos unos descastaos, pero en Cuba, hasta que se presente la oportunidad para el olvido, no. Al final del museo, al lado de la máquina de refrescos, está el rincón de los cretinos con sus caricaturas: Batista, por ayudarles a hacer la revolución; Reagan, por ayudarles a consolidarla y Bush padre, por ayudarles a fortalecerla (dicen). También vemos el Memorial Granma con sus patrulleras, lanchas piratas, camiones y avioncitos y la llama que recuerda a los caídos. Llamamos otra vez a casa de Pedro Juan por si ha vuelto o ha llamado. Nos dicen que no ha hecho ninguna de las dos cosas. Quedamos en pasar por su casa al día siguiente a las 17 para dejarle un paquetito con libros de regalo. Después de eso nos vamos al hotel. Tenemos intención de ver el partido en la tele de la piscina. Bikini, crema, bañador, lectura y toallas. Cerveza, pollo asado y sándwich de atún súper rico. Un gato está todo el partido tumbado debajo de la silla de Enrique ignorando que puede morir en cualquier momento y por algo tan tonto como que un tío en pantalón corto meta una pelota muy pequeñita en un rectángulo enorme con el pie. Los camareros han hecho sus porras igual que en Playa Ancón. Un tío muy parecido al que iba con Italia allí va aquí con Rusia (¿será el mismo, que no espabila?) y ni nos mira. Hay otros españoles viendo el partido. Un matrimonio coruñés muy majo y una cuadrilla de gilipollas que ni sé de dónde son ni me interesó en ningún momento. Nos ponemos un poco ciegos de beber cervezas como si se fueran a acabar. Nos bañamos. Justo enfrente de la piscina del hotel hay un edificio al que parece que le quedan pocas horas de verticalidad. Podemos ver cómo han dividido en dos cada piso, de modo que donde tendría que haber dos alturas, hay cuatro. Así que no hay manera de censar esta ciudad. La gente que vive allí se asoma de vez en cuando a sus balconcitos de forja llenos de cacharros de metal y de plástico y se queda un rato mirando la piscina, supongo que de la misma forma en la que yo miro el mar, hilando vagamente conceptos como libertad, vida y oportunidades. Es un tanto obsceno y llevamos fatal eso de ser vara de medir de esta desigualdad tan terrible. No sabemos muy bien qué hacer. Enrique está a punto de acabarse Cien horas con Fidel. Disfruta mucho y de vez en cuando siente la necesidad de leerme algunos párrafos. Yo sigo con la guía de Cuba. Me la estoy aprendiendo ahora que casi nos vamos. Leo sólo eso porque me cuesta concentrarme. Subimos a descansar un rato antes de salir a cenar. Yo tengo muchísimas ganas de tomarme un gazpacho o cualquier cosa que lleve tomate y ajo. Vamos a un restaurante especializado en paellas sólo por si hay algo así que parezca español. No recuerdo muy bien por qué pero medio discutimos un poco. Pedimos ensalada, cerveza y el arroz de la casa. Está todo bueno pero apenas puedo comer. Me acuerdo del menú del día de la boda que apenas probé. Mi reino por unas tajaditas de cabrito crujiente. Enrique casi se muere para encenderse un puro súper gordo. Ayer se fumó uno por la mañana y estuvo ciego hasta media tarde. Hay un grupo de seudo-flamenco que no mola nada. Lo mismo discutimos por eso, no lo recuerdo muy bien. Volvemos al hotel andando por la calle Obispo. Hay bastante gente y en cada esquina un policía. En un callejón veo una rata que rápidamente se vuelve a su alcantarilla. Son muy inquientantes los andares de las ratas. Estamos un poco cansados de estar fuera de casa. Tenemos ganas de volver, de ver a la gente, de poner lavadoras aunque sea, de comer ensaladas de verdad, de ser otra vez poco deseables por nuestro dinero. Nos tienta entrar al Floridita a por otro daiquirí de esos tan ricos. No entramos y acabamos sentados en el patio andaluz del hotel. Pedimos un par de combinados de colorines y nos dedicamos a inventarnos la vida, la circunstancia y la dirección que tomarán las personas que también están sentadas en el patio. Estamos hasta el higo ya de tanta conga. En la tele de la habitación vemos un programa de música del canal mexicano. Es un especial sobre reggae panameño (reguetón o como se escriba) y sobre nueva cumbia que es lo peor. Añoramos el rocanrol español.






jueves, 7 de agosto de 2008

esta tarde, tercera cita del AC4

7 DE AGOSTO DE 2008 20.00 HORAS LA GOTA DE LECHE —LOGROÑO—


LOS POETAS MANUEL MOYA Y VICENT CAMPS PRESENTAN EN LOGROÑO SUS ÚLTIMAS OBRAS
Se trata de los poemarios Explosiones controladas S.L. de Manuel Moya y Miscelánea de Vicent Camps. Conducirá el acto la poeta Sonia San Román Olmos.

La tercera jornada de Agosto Clandestino (Poetas en Logroño) acogerá a dos de las voces más ricas de la poesía en español contemporánea. Manuel Moya es un poeta hondo, amigo de las máscaras y los seudónimos, mientras que el valenciano Vicent Camps destaca por su arrolladora fuerza escénica.
Manuel Moya
Manuel Moya nació en Fuenteheridos (Huelva) en 1960. Su primer libro de poesía La noche extranjera, data de 1994 y el último, Explosiones controladas S.L. (Ed. del 4 de Agosto) de 2008. Entre medias una docena de publicaciones poéticas y dos antologías: Habitación con islas (1999), traducida íntegramente al francés (Ed.Harmattan, 2007) y al portugués (Ed. Palabra Ibérica, 2008) y la más reciente Años de servicio. Es autor de la novela La mano en el fuego (Ed. Calima, 2006) y de un par de libros de relatos (Regreso al tigre y La sombra del caimán) que han tenido una muy buena acogida crítica. Ha obtenido premios como el G. Celaya, Ciudad de Las Palmas, Ciudad de Córdoba, Leonor o Fray Luis de León... Traducido al italiano, al inglés, al francés, al euskera, al portugués... e incluido en importantes estudios y antologías de la poesía española de los´90, tanto en su labor de poeta como de narrador. Bajo el heterónimo de Violeta C. Rangel ha editado dos libros: La posesión del humo (Ed. Hiperión, 1997) y Cosecha roja (Ed. Baile del Sol, Tenerife, 2007). Ha traducido Libro del desasosiego de F. Pessoa (en prensa), así como a otros autores portugueses e italianos. Se ha ocupado críticamente de autores como Bergamín, M. Pizarro, Arcensio o Pérez Infante y co-dirigido el proyecto editorial La biblioteca de la huebra.Más información: http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Moya

Huracanes

No, Cristina no ha llegado todavía. La arrastró un huracán ya va para tres meses y de momento no ha vuelto. No es que temamos especialmente por ella, porque se conoce bien los huracanes y estamos seguros de que cuando se canse, volverá. Lo que temo es que a éste le coja afición, como le ocurrió a madre, que después de irse con todos los que pasaban por aquí, ya de mayor, se largó con uno y nunca más quiso saber de nosotros. A mí, que siempre he sido una incomprendida, me dio por los hombres y ya ve usted, aquí me tiene, en el Texaco Girl´s y esperando a Cristina, que, como le digo, tiene que estar al llegar.


Vicent Camps
Vicent Camps nació en Xirivella (Valencia) donde desde muy joven colaboró en la formación de grupos locales de teatro; estudió declamación y arte dramático en Valencia, ha trabajado como actor con distintas compañías teatrales y ha intervenido en el doblaje de películas y esporádicamente en programas de televisión. Ha hecho programas de poesía recitada en la radio. Su voz ha quedado registrada en diversos trabajos para Cd y vídeos culturales y comerciales. Ha grabado numerosos trabajos para la O.N.C.E. Organización Nacional de Ciegos y ha trabajado como narrador de poemas sinfónicos junto a bandas de música y orquestas. En la actualidad y como narrador oral recorre gran número de pueblos y ciudades llevando palabra de poetas y narradores por centros escolares, librerías, casas de cultura, bibliotecas, teatros etc. etc. El ayuntamiento de Xirivella (Valencia) publicó el libro Crónica teatral de Xirivella 1900-1992 del que es coautor y con el que ganó el Premio "Ramón Muntaner". Ha grabado un disco de poesía musicada junto al guitarrista clásico José Guerola, que actualmente se vende en el mercado discográfico. Ha trabajado en directo con sus recitales de poesía musicados (específicos para el "día de la mujer trabajadora", "9 d'octubre", "constitución", "navidades", "día del libro", etc.) por la mayoría de pueblos y ciudades valencianas, así como en lugares de Castilla-La Mancha, Castilla-León y Cataluña entre otros. Ha publicado el libro de poemas Taller (CELYA).
5. Supr
mi hermano murió
con cuarenta años
y llevaba trabajando
desde los catorce
hoy
en una oficina
del Ministerio de Trabajo
han liquidado
esos veintiséis años de curro
pulsando
la tecla SUPR

lunes, 4 de agosto de 2008

cuba!


24-6-08, martes
Me levanto con una resaca importante. En el desayuno soy incapaz de comer nada. Me bebo como puedo medio café con leche y un vaso pequeño de yogur líquido con mucha azúcar. Mi estómago está fatal en las dos direcciones posibles y tengo que conducir unas 5 horas para llegar a La Habana. Al final el viaje está bien y el tramo de carretera es el mejor de todo el trayecto. Al poco de salir de Cienfuegos un policía nos para. Pienso que no es posible que sea para multarnos porque soy la conductora más lenta de toda la isla. Efectivamente, lo que quiere es que le llevemos hasta la capital. Luego cogemos a dos campesinos. El más joven se queja todo el rato de todo y rubrica cada dardo con un ¿veldá gualdia? que nos hace reír a los 5 todo el camino. El más mayor no habla. De hecho la gente mayor a la que vamos conociendo habla bastante menos que la joven (salvo Miguel, el señor de Camagüey que nos dijo que éramos jóvenes y europeos y pensábamos que lo sabíamos todo). Nos dice que la próxima vez que vengamos tenemos que ir a Varadero porque es lo más bonito de Cuba. Le preguntamos si es más bonito que Cienfuegos y nos dice que no conoce ninguno de los dos sitios. Nos explica que la gente que ofrece billetes en la carretera no es para venderlos (ellos dos nos los ofrecían) como nos contó la zumbada de Yanijari el primer día, sino para pagar a quienes les lleven en el coche. Flipamos porque hemos estado esquivando a todos los que nos ofrecían billetes. Enrique hace fotos a camiones cargados de plátanos machos. Por fin vemos algo parecido a una estación de servicio. El viaje se nos pasa volando y en menos de 4 horas entramos en La Habana. El policía y el señor mayor se apean en la periferia. El señor que se queja nos acompaña hasta el centro. La primera impresión es brutal. De primeras, y más si eres medio miope y has pasado mala noche, parece una ciudad hecha de escombros. Cuando te fijas la cosa cambia, pero intentando conducir dignamente en una ciudad de calles estrechas y llena de gente, uno no tiene posibilidad de fijarse. Por fin llegamos al hotel (a 5 manzanas del lugar en el que se apea el último pasajero). En recepción nos dan un zumo de sandía (allí se llama melón), nos enseñan nuestra habitación ("la del amor" nos dice el chico que nos ayuda con las maletas) y nos explican dónde está la terminal de cruceros (que es donde tenemos que dejar el coche). Lo desaparcamos y vamos a ello. Salimos en dirección contraria, recorremos todo el malecón y pasamos por delante de la tribuna antiimperialista pero no nos enteramos de nada. Dejamos el coche. Pido a Enrique que me haga una foto al lado. Respiro aliviada. La terminal está justo enfrente de la Plaza de San Francisco. Es bonita, piedra desnuda, casas de colores y algunas de las cafeterías y restaurantes más caros de la ciudad. Yo necesito comer algo suave y a ser posible italiano porque tengo el cuerpo hecho un desastre y la comida italiana es mi trapiñe oficial de las resacas. Peregrinamos buscando un sitio y acabamos discutiendo y comiendo fatal en un garito con camareros bastante desagradables. Necesitamos descansar. Siesta. Salimos a pasear ya casi de noche (no sé si he contado que allí anochece a las 20:30 más o menos). Andamos La Habana Vieja: Plaza de Armas, Plaza Vieja, Plaza de la Catedral... Es lo que está restaurado. Muy bonito pero no muy impresionante. Casi podría ser cualquier ciudad. No abusan del alumbrado y el ambiente es muy agradable. Nos bebemos el inevitable (y no especialmente bueno) mojito de la Bodeguita del Medio. Enrique se tiene que tomar casi todo el mío porque sigo teniendo el cuerpo del revés. Cenamos en un balcón al lado de la catedral. La comida más cara que haremos en todo el viaje y aún así, al cambio, salimos a 55 euros los dos incluidas las seis cervezas que tomamos en total. Hablamos de la boda, nos acordamos de nuestas familias, de los amigos... También un poco de todas las cosas que tenemos pendientes: arreglar el trastero, el Agosto Clandestino, comprar una tele pequeña para la habitación, las lámparas del salón... En la guía señalan algunas zonas como poco recomendables para el turista. Hacemos caso. Lo cierto es que en cuanto te sales de las pocas calles que están arregladas te asustas: callejones a oscuras llenos de socavones, de casas a punto de caer, de perros sin dueño, de gente bebiendo y gritando... . No obstante, la sensación que provoca no es tanto de miedo como de pudor. Salimos junto a la bahía y cogemos un taxi para que nos recorra el malecón. Es un coche particular. Un hijo y su padre que nos van contando casi la historia de cada edificio. Vemos a la gente besuqueándose, la tribuna antiimperialista, el hotel Nacional y volvemos. Nos dejan en la puerta del hotel y el padre se baja y nos abraza para despedirnos. Queremos dormir. Cuando entramos, un grupo está tocando en el patio andaluz del hotel. Nuestra habitación da a ese patio y estamos hasta ya un poco hasta el gorro de las congas. Menos mal que el concierto acaba a las once. Enrique se duerme enseguida y yo me quedo viendo 300 en el canal mexicano. Está toda doblada con acento del lugar excepto la voz de Jerjes, que es la misma que en la versión doblada para España.




25-6-08, miércoles

Nos levantamos pronto. Desayunamos. Quedamos con el delegado de Angalia (el tour operador que nos vigila allí). Un tipo muy serio que nos ofrece muchas excursiones todas carísimas. Dice que siete días en La Habana son muchos, que nos movamos. Le decimos que ya veremos lo que hacemos. Quedamos con el tío franciscano de Ivana para darle un paquete con medicinas. Mientras esperamos en el hall, compramos un Granma a un señor mayor que se asoma por una ventana. Se me olvidó contar que ayer hablamos con la compañera de Pedro Juan Gutiérrez y que nos dijo que estaba en México y que volvería el último de mes. Habíamos quedado con él en verle y entrevistarle para
unacopacon.com, pero Enrique me dice que cree recordar que no concretó fechas. En fin. Mi gozo en un pozo. El tío franciscano de Ivana es un fiera. Nos cuenta muchísimas cosas muy interesantes. Yo cada diez minutos me tengo que ir corriendo al baño. Tiro de Fortasec y de cerveza mañanera y podemos salir a pasear. Andamos el paseo del Prado, vemos el Capitolio, el Parque Central y el Teatro de La Habana que es precioso; también la fábrica de tabacos Partagás, el Barrio Chino... Queremos llegar hasta la casa natal de José Martí. La vemos y también la estación de ferrocarril y un agropecuario del que sale un olor terrible. Nos dan el palo. Todas las mañanas en La Habana nos dan el palo. Y a medida que avanza el día vamos espabilando. Dos mañanas comprando leche carísima para niños y otras dos tomando (y pagando) copas que no nos apetecen con gente con la que no nos apetece mucho tomárnoslas. No tenemos mucho problema en dar pesos, bolígrafos, jabones, cigarrillos, mecheros o en invitar a un trago a quien sea. Entendemos desde el primer día que la cosa funciona así. También vemos que en todas las ciudades que visitamos al segundo día ya conocemos a casi todos los que van a intentar sacarnos algo y que el porcenaje que representan es muy muy pequeño. Deducimos de hecho que la inmensa mayoría de los cubanos no viven de sacar pasta a los turistas. Pero bueno, mientras sean amables, mientras te indiquen una calle, mientras te expliquen algo... todo va bien, se da lo que sea y ya está. Tú eliges más o menos. El problema es cuando te hacen encerronas medio feas. Comemos en una pizzería muy buena en La Habana Vieja. Curioseamos los puestos de libros de la Plaza Vieja. Algo cae, aunque aquí ya se paga en pesos convertibles y no salen tan bien de precio. Pillamos un cocotaxi y vamos a ver el Callejón de Hammel. Es una callecilla de unos 200 metros llena de murales con imaginería religiosa africana que pintó un tal Salvador González después de tener una serie de visiones. Hay un solar con una bañera pintada de colores y unas cabritas pastando. Varios días a la semana hay actuaciones y espectáculos varios y el callejón se pone hasta la bandera pero cuando vamos nostros, sin actuaciones, a las cuatro de la tarde y a punto de empezar a llover, no hay ni dios. Unos diez chavalillos medio en pelotas empiezan a salir de los portales y a pedirnos caramelos y pesos poniendo cara de mucha pena. Nos agobiamos y nos vamos. Estamos en Habana Centro y todo es un desastre. Callejeamos un poco. No hago fotos por pudor. Yo no soy reportera de nada, no tengo una acreditación ni un sueldo ni una misión que justifique que eche fotos morbosas a una casa sin pared; ni a un anciano con muletas asomado a la ventana del quinto piso de una casa destrozada ni a ninguna cosa parecida a esas. No. Andando llegamos al Hotel Nacional. Al lado está el Focsa, creo que el edificio más alto de La Habana. 39 pisos de hormigón de 1956 que rehabilitaron en el 2000 después de que un hombre se matara al romperse el cable del ascensor y de que los pisos superiores se llenaran de nidos de buitres. El hotel es monumento nacional. Es impresionante. En la trasera tiene un jardín enorme que da al mar. Nos sentamos en los porches en un sofá mientras truena y le pedimos a los músicos que nos toquen el Chan chan de Compay. Estamos como reyes con nuestras copichuelas. Truena y relampaguea y el cielo está oscurísimo pero no arranca a llover. Miro el mar mucho tiempo seguido. Decidimos movernos. Pillamos otro cocotaxi y le pedimos que nos lleve a la Plaza de la Revolución. Es acojonantemente grande y el mural del Che y su Hasta la victoria siempre mola mucho (cuantísimas veces ese "siempre" es muerte, destierro o la soledad más absoluta). Luego vamos al cementerio, pero está cerrado y no podemos entrar. Volvemos al Sevilla. De camino vemos parte del Vedado y parece otra ciudad. En el cocotaxi, por el malecón, vamos tragando humo negro. Subimos a descansar un rato. Me dan un poco de miedo los ascensores cubanos. En el hotel de Santiago nos quedamos un rato colgados en el piso 15. En realidad no me dan miedo los ascensores en sí, sino la pachorra total de los cubanos que nos vamos encontrando. Esa calma está bien mientras esperas a que te saquen la comida tomándote una cerveza fría, pero no lo está mientras esperas a que te rescaten de un ascensor que se ha colgado. Salimos y vamos al Floridita a tomarnos un daiquirí. Es pequeño y cuesta 6 pesos pero está riquísimo. Cenamos en un restaurante árabe. Los músicos son muy buenos y dan mucha comida por poco dinero. Me ponen muy triste los músicos cubanos y no sé muy bien por qué. El calor y un no sé qué que me tiene a punto de llorar todo el rato me han hecho perder el apetito. Nos tomamos una cerveza casera en la Plaza Vieja y paseamos parte del malecón antes de ir a dormir. De camino nos cruzamos a los primeros perros de presa que vemos en la isla y nos reímos un rato largo después de ver una barquita amarrada que se llama "sobaco".