jueves, 27 de octubre de 2011

un poema de pablo casares




Zoom

Ciertos momentos
hay que observarlos
con detenimiento.
Encuadrar la escena
y prestar atención:
el sol transfiriendo
un mensaje cifrado
a través de las sábanas,
el viento que roza la mañana,
como si la realidad
estuviera sostenida
por dos puntos:
uno común
y el otro gemelo,
hecho de sueños.

miércoles, 26 de octubre de 2011

memoria para todos* (y poemas)




*Así no se llama el texto que publicó ayer en uno de sus blogs (en éste) Isabel Bono, pero eso pide. El texto en realidad se llama Memoria de futuro y dice esto:


El miércoles 20 de octubre de 2021, algún diario tendrá la feliz ocurrencia de publicar una encuesta masiva a personajes destacados: ¿Dónde estaba usted el 20 de octubre del 2011? ¿Qué fue lo primero que pensó y en quién?

Como no sé si voy a llegar a 2021, y sé de sobra que jamás seré un personaje destacado, respondo ya: estaba en un hotel de Granada y pensé en la felicidad tan grande que habría sentido mi suegra al conocer la noticia.

Mi suegra murió con 89 años en febrero del 2009, días antes de cumplir los 90. Vivía con una radio siempre cerca, leía los periódicos, estaba al día de lo que pasaba en el mundo más que yo y me lo contaba después con entusiasmo. Creo que era la única persona, al menos de las que conozco, que se emocionaba cada año escuchando las buenas palabras de los galardonados en los Premios Príncipes de Asturias. Esperaba la noticia de la disolución de ETA cada día. Mi suegra era vasca.

A Isaac Puente, su padre, médico anarquista, lo mataron en el 36. No les dejaron sacar nada de casa, ni la ropa de invierno, recordaba. Sólo la máquina de coser para que pudieran ganarse la vida. Mi suegra es la única persona que he conocido que no odiaba a nadie.

En el 96 fuimos a Maestu a un homenaje. No había vuelto desde entonces. Tuvo que dar un discurso improvisado. Dijo que al principio no sabía bien qué se iba a encontrar, pero que se alegraba de estar allí y que los quería mucho a todos. Nunca he conocido a una persona más generosa.

El pasado día 20 también me acordé de Elvira, la mujer de Martín Carpena. De cuando mi tía me llevaba al cine y ella se traía a su hermano pequeño. De lo joven y lo guapa que era, de cómo imaginaría entonces el futuro.

Estos días sólo se habla de recordar, de no olvidar a las víctimas y a sus familiares, que también lo son. No puedo estar más de acuerdo. No hay que olvidar ninguno de esos nombres para que nos recuerden cada día que eso no puede volver a pasar.

Que no se olviden de nadie, que hablen, que hablen mucho. Hablando sin gritar se arregla todo, decía mi suegra.

Los nietos de Isaac Puente siguen buscando su cuerpo.


El texto me gusta, todos sus blogs también (son algunas de las mejores playas que os enlazo: la de la coleccionista de piedras; la de la registradora de sueños; la de la mujer que todos los días, buenos y malos y regulares, se tropieza con un poema). Y sus poemas, muchísimo (estos tres son de Algo de invierno, Luces de gálibo, 2011). Pero sobre todo me gusta ella.


ahuyentamos el miedo
descorriendo las cortinas
para que entre luz calor piedad

mientras esperamos
el infierno crece


*


se acabaron las ganas
de llenarme la boca
con otras lenguas

para este amor
un idioma será suficiente


*


deseo decir no
como dicen las cigarras al invierno

deseo no hacerme preguntas
ni qué identidad me aprieta
ni a cuál desaloja

no deseo la verdad
sino una tregua

domingo, 23 de octubre de 2011

txoria txori - mikel laboa



si le hubiera cortado las alas
hubiera sido mío
no habría escapado

pero así,
habría dejado de ser pájaro

y yo...
yo lo que amaba era un pájaro

jueves, 20 de octubre de 2011

un poema de pere gimferrer



By love possessed

Me dio un beso y era suave como la bruma
dulce como una descarga eléctrica
como un beso en los ojos cerrados
como los veleros al atardecer
pálida señorita del paraguas
por dos veces he creído verla su vestido
(estampado el bolso el pelo corto y
(aquella forma de andar muy en el
borde de la acera.
En los crepúsculos exangües la ciudad es un torneo
de paladines en cámara lenta
sobre una pantalla plateada
como una pantalla de televisión son las imágenes
de mi vida los anuncios
y dan el mismo miedo que los objetos volantes
venidos de no se sabe
dónde fúlgidos en le espacio.
Como las banderolas caídas en los yates de lujo
las ampollas de morfina en los cuartos cerrados de los hoteles
estar enamorado es una música una droga es como
escribir un poema
por ti los dulces dogos del amor y su herida carmesí.
Los uniformes grises de los policías los cascos
las cargas los camiones los jeeps
los gases lacrimógenos
aquel año te amé como nunca llevabas un
vestido verde y por las mañanas sonreías
Violines oscuros violines de agua
todo el mundo que cabe en el zumbido de una línea telefónica
los silfos en el aire la seda y sus relámpagos
las alucinaciones en pleno día como viendo fantasma luminosos
como palpando un cuerpo astral
desde las ventanas de mi cuarto de estudiante
y muy despacio los visillos
con antifaz un rostro me miraba
el jardín un rubí bajo la lluvia

miércoles, 19 de octubre de 2011

chencho fernández y los milagro - spanish bombs*




*El otro día en Carne Cruda (si no recuerdo mal en este programa) escuché esta canción. Es una versión del clásico de los Clash Spanish Bombs y forma parte del recopilatorio Sevilla Calling (como su propio nombre indica, un homenaje al London Calling realizado por grupos de Sevilla). Y me gustó mucho. Todo el mundo ha versionado a The Clash. Me vienen a la cabeza el Bilbo llama de Macarrada (que se puede encontrar en Muerte o gloria. Tributo a The Clash); el The Guns of Brixton de Fabulosos Cadillacs y el de Nouvelle Vague; el Rock the Casbah de Rachid Taha; el Luché contra la ley de Loquillo; el Jimmy Jazz de Kortatu; el Know your Rights de Primal Scream... Y otro día más.

martes, 18 de octubre de 2011

un poema de iván tubau*



Patria

Nací
en un tiempo triste y en un triste país
donde las cosas bellas tenían nombres feos
donde pecado
era el nombre que daban al amor y donde
tristes gentes hablaban de la guerra y se tocaban
el sexo en las tinieblas y con prisas furtivas
en la noche del sábado tras haber contraído
matrimonio buscando
patrimonio y remedio
a la concupiscencia o a la sífilis.

Nací en un tiempo triste
y en un triste país
donde la gente iba vestida
de negro casi siempre
y llevaba bigotes cuadrados en el alma. Donde
ya no servían los nombres de las cosas
porque las cosas estaban prohibidas
o eran obligatorias: levantar el brazo
con la mano extendida
para que los brazos no pudieran
abrazar y las manos
llegaran siempre tarde a la caricia.

Nací en un tiempo triste y en un triste país
donde los niños se llamaban flechas
o pelayos cuando eran ya mocitos
y llevaban camisa
azul y la cabeza
rapada por la parte de dentro y por defuera:
mitad monje y soldado les decían
que tenían que ser cuando crecieran
y hubieran de avanzar gallardamente
por Dios hacia el Imperio o viceversa.

Nací en un tiempo triste y en un triste país
donde las niñas
se llamaban Begoña y aceptaban
mansamente un futuro
de monjas o matronas gordezuelas
cuando la superiora colocaba
duros sostenes sobre sus tetas tiernas
y más duros aún sobre la parte
más tierna del cerebro para que las ideas
no desbordaran nunca el límite preciso
de su destino de mujer: virgen o madre
y si fuera posible las dos cosas.

Nací
en un tiempo triste y en un triste país:
abjuro para siempre
jamás de aquella patria
donde un millón de muertos velaban el cadáver
de los supervivientes.


*con fotografía de Francesc Catalá-Roca

lunes, 17 de octubre de 2011

un poema de andrés trapiello*



Tiempo del aire

Miro pasar los barcos
y oigo el ruido
de sus viejos motores
como tu corazón, lejano.
Oscilan las linternas de los mástiles,
son líneas en el agua
las rosas de los vientos.
Nada deseo sino ver la costa
que se pierde a lo lejos.
Nada sentir, sino sentir
los ácidos olores de este mar,
el amarillo yodo y el brillar de las algas
mezclados por la noche.
Nada amar,
cegar hasta cegarse
de oscuridad los ojos y de amor.

Pasan los viejos barcos,
brama el tiempo del aire
y las torres que pueden
ver desde el otro lado,
sombrías, solitarias, se asemejan
a las que vemos allí,
perdidas flores,
semillas de luz
aventadas en el mar.

Todos los puertos son el mismo,
uno y el mismo,
donde cantan las brumas
y una ciudad se apaga y un estrecho,
sin que nunca sepamos
si vamos, si venimos
o si estaremos siempre.



*con fotografía de Rafael Trapiello.


viernes, 14 de octubre de 2011

15o# unitedforaglobalchange#

Este sábado nos vemos en la calle. Más de 70 países (casi el 40% de los países del mundo) y más de 800 ciudades (información precisa y constantemente actualizada de los diferentes eventos aquí) participarán en la gran marcha pacífica all over the wordl, en la que mostraremos nuestra indignación por la pérdida de nuestros derechos a manos de la alianza entre los poderes financieros y la clase política. (Extracto de uno de los múltiples correos que me han llegado estos días): Ha llegado el momento de alzar la voz. Nuestro futuro está en juego, y nada puede retener la fuerza de millones de personas cuando se unen con un propósito común. Bajo el lema No somos mercancía en manos de políticos y banqueros, miles de personas salimos a la calle el 15 de mayo para exigir una democracia más participativa, oponernos a la corrupción del sistema político y mostrar nuestro rechazo a los recortes sociales que se nos imponían. Tras el éxito de esa primera manifestación, surgieron diversos movimientos y se montaron acampadas en plazas de todo el país, semejantes a la primera ocupación de la Plaza Tahrir en El Cairo. Éstas dieron lugar a asambleas populares, donde los ciudadanos desarrollan sus objetivos mediante un proceso de decisión inclusivo y horizontal. El movimiento 15M enseguida traspasó fronteras y alentó acciones en numerosas ciudades del mundo, entre ellas una multitudinaria manifestación contra el Pacto del Euro el pasado 19 de junio. Bajo la presión del poder financiero, nuestros gobernantes trabajan por el beneficio de unos pocos, sin que les importe el coste social, humano o medioambiental que esto pueda generar. Promoviendo guerras con fines económicos y llevando a la miseria a pueblos enteros, las clases dirigentes nos despojan de nuestro derecho a una sociedad libre y justa. Por eso os invitamos a uniros a esta lucha pacífica, difundiendo el mensaje de que juntos somos capaces de cambiar esta intolerable situación. Tomemos las calles el 15 de octubre. Es hora de que se nos escuche. ¡Unidos haremos oír nuestras voces!.


Con 7 razones nos lo cuenta Escolar en su blog. En 15, y con números que de verdad escuecen, en Madrilonia. Sin ennumerarlos, Arturo Borra. Y en 99 en la web de Periodismo Humano.


En Logroño saldremos a las 20 horas desde la Plaza del Mercado (aquí tenéis el programa de actividades que hay organizadas para todo el fin de semana). Y aprovecho para comentaros que el sábado por la noche después de la manifestación, a partir de las 22:30 en el Biribay Jazz Club de Logroño, podréis ver a enBlanco y a Gritando en silencio en concierto (¡un planazo!).


El filósofo esloveno Slavoj Zizek hablaba así hace unos días a los acampados en Wall Street. Y yo, aparte de enlazaros el discurso entero, le robo esta metáfora:


Así pues, ¿qué estamos haciendo aquí? Dejadme que os cuenta una vieja broma maravillosa de la era Comunista. Un tipo es enviado desde la Alemania del Este para trabajar en Siberia. Sabía que los censores leerían su correo, así que le dijo a sus amigos: Establezcamos un código. Si recibís una carta mía escrita con tinta azul, lo que digo es verdad. Si está escrita con tinta roja, es mentira. Un mes después, sus amigos obtienen la primera carta. Todo está en azul. La carta dice: Todo es maravilloso aquí. Las tiendas están llenas de buena comida. Los cines ponen buenas películas occidentales. Los apartamentos son grandes y lujosos. Lo único que no puedes comprar es tinta roja. Así es como vivimos. Tenemos todas las libertades que queremos. Pero lo que nos falta es la tinta roja: el lenguaje para articular nuestra no-libertad. El modo en que se nos enseña a hablar sobre la libertad -guerra contra el terrorismo, etcétera- falsifica la libertad. Y esto es lo que estáis haciendo aquí. Nos estáis dando a todos tinta roja.


Así que este sábado nos vemos, repartiendo bien de tinta roja.

miércoles, 12 de octubre de 2011

loquillo y trogloditas - la mala reputación*



*una buena canción para hoy (porque en la fiesta nacional yo que me quedo en la cama igual, que la música militar nunca me supo levantar...); he dudado entre la original de Brassens, la de Paco Ibañez, y la del loco (que es la que me ha cuadrado más por aquello de rocanrolear un poco y porque soy muy fan). Y la verdad es que todas son buenísimas.

sábado, 8 de octubre de 2011

días tristes


Ayer fue un día triste (amarillo, sí, aunque en Logroño llovía). Poco antes de comer nos enterábamos de que Félix Romeo nos había dejado. Y lo cierto es que por aquí le queremos mucho y le echaremos de menos. Sé que pasa lo mismo allí y allí y allá y más allá (disculpad que sólo enlace estos textos a pesar de que hubo y habrá muchísimos más igualmente hermosos) y sé que todo ese afecto es merecido porque para mí una de las cosas que lo caracterizaba especialmente era su gran capacidad para transmitir afecto sincero y, también, la sensación de que sin duda era merecedor de recibirlo en la misma medida.


La verdad es que tengo bastantes recuerdos suyos y en ellos él siempre es generoso, cálido, cariñoso y divertido. Y en ellos siempre hay libros y/o comida y bebida, palabras y risas, un montón de risas. Las mejores cosas. Sé que no alcanzo a comprender lo que supondrá la pérdida de alguien como él para sus seres más queridos, para su familia, para su compañera, para sus íntimos amigos, si nos duele así a nosotros, que sólo le veíamos y hablábamos de vez en cuando.

Ojeaba anoche sus libros sin una pretensión clara; releyendo en diagonal, poniendo su voz a esas letras, y en Discothèque encontré esto: En el brazo de un legionario leí ilusión en la vida sin ninguna realidad. Lo tenía tatuado en su brazo en forma de boca. Fuera lo que fuera aquello, no le había servido de nada. Allí en África, o el purgatorio, el país del viento y de la locura. Y no sé por qué, pero esa frase confusa tatuada, que puede ser muchas cosas a la vez, me recordó a él, a ese tremendo amor por la vida que transmitía a pesar de que su inteligencia de ninguna manera le permitía escapar de todo lo absurdo, lo cruel y lo oscuro del mundo. Y eso tiene mucho mérito.

Quisiera mandar un abrazo enorme para todos los que te quieren que sé, no puede ser de otra manera, que son muchísimos. Y también para ti, allá donde estés, y con él mi agradecimiento por todo tu afecto y esos buenos ratos que nos regalaste. Hasta otra, amigo.

jueves, 6 de octubre de 2011

las cosas (y esas cosas)*





*Pues que andaba yo pensando en las cosas. Las cosas, que resulta que a veces son lo más, como partes casi físicas de nosotros mismos, y otras, sin embargo, pues nos resultan poco importantes o al menos no tanto como podría parecer. Un ejemplo. El jueves (hace justo ahora una semana, en la que también he padecido fiebre y otras desventuras... sí, sí, voy cubierta de gloria amiguitos) me robaron mi ordenador personal con un montón de textos, fotografías (ninguna como la de Scarlett ni como la de Berto, gracias adiós), proyectos varios, poemas (y lo que no son poemas) inéditos etc. etc. etc. ... y un montonazo de documentos del trabajo y también detalles y pequeños regalos internáuticos y muchos más asuntos en los que no quiero ni pensar ni entretenerme porque sufro (y os estoy contando lo contrario). Todo eso. Lo que viene siendo una señora violación de mi intimidad en toda regla (eso sí que es violar la intimidad de alguien y no que el facebook permita que mis amigos vean que algunas veces escucho, qué sé yo, a María Jiménez en el Spotify, que seguramente también, vaya, pero que no es para tanto). Total, que un disgustazo (¡como para no! ¿y no tenías copia de seguridad? norl, norl, norl de todo ni de casi nada, ¡pero estás boba! sí sí sí y un millón de veces sí, boba hasta el fin, como delfín). Bien. Pero al final el drama no ha sido para tanto. Sigo. Las cosas. Osea, que estas cosas no eran para mí tanto tantísimo como podía parecer o también puede ser que haya alguna otra cosa mucho más importante, tanto, tanto, que ha conseguido que me olvide de todas esas. Y sí. La hay. Y va creciendo poquito a poquito (y desde luego que no es una cosa).


Retomo. Las cosas. Que a veces, sin embargo, son lo más. Anteayer escuchaba a Enrique en Sopa de poetes (encantadores, divertidísimos, hicieron que se me pasara la hora volando; por cierto, que la entrevista a Enrique, y otras muchas más, se pueden escuchar aquí) y claro, en una hora hablaron de un montón de asuntos, entre ellos de cómic y de la posibilidad incluso de que a Enrique le pudiera dar por dibujar otra vez. Y resulta que Enrique y yo tenemos ahora una cosa (que ya he dicho que no es una cosa) muy muy importante (la más) a medias y hay que ir haciéndole hueco para él (o ella) y para sus cosas. Y Enrique tiene muchas cosas (entre ellas un millón de tebeos que me han hecho muy feliz muchas veces) y yo las trato a veces como si sólo fueran cosas y no "sus cosas".


Y no sé por qué pero pensando en Enrique, en sus cosas, en sus tebeos, en el ser que está en camino, en todas nuestras cosas que serán suyas (las que quiera) y en todas esas cosas que él elegirá como suyas y que le harán temblar de emoción como al niño de la viñeta que acompaña estas líneas (que es el niño Carlos Giménez antes de ser el dibujante Carlos Giménez) y en todo eso; resumiendo, pensando en todo eso a la vez, me ha venido a la cabeza esta viñeta (que yo no recordaba así exactamente pero que sin duda era ésta) de la maravillosa (y tremenda y dura y emocionante y verdadera y terrible y hermosa y necesaria y obligatoria y... seguiría pero lo dejo) Paracuellos del citado Carlos Giménez (que parece ser que será una peli en breve). Esta viñeta y no otra; esta, que representa tan bellamente la emoción de lo que uno siente como propio, de lo que a uno le hace feliz, de lo que a uno le construye y le hace ser uno mismo y le salva y le permite escapar de la gravedad del mundo, de sus aristas, de sus asperezas; esas cosas que son (y le robo un verso a Karmelo Iribarren) un leve guiño de luz hacia la sombra. Todo eso. Que, sin embargo, no dejan de ser solamente cosas.

martes, 4 de octubre de 2011

los enemigos - septiembre



... porque este año octubre también es septiembre

sábado, 1 de octubre de 2011

un poema de ted hughes


Septiembre

Vemos la oscuridad cernirse lenta:
no la miden relojes.
Cuando besos y abrazos se repiten
desaparece el tiempo.

Es verano. Las hojas cuelgan quietas:
a mi espalda una estrella,
bajo un brazo sedeño un mar me dice
que ya no existe el tiempo.

Las hojas no midieron el verano
ni hacen falta relojes,
sólo tenemos lo que recordamos:
minutos que nos llenan la cabeza

como a esos reyes desafortunados
que el populacho acosa,
mientras, lentos, los árboles reflejan
sus copas en el charco.