martes, 29 de mayo de 2012

un poema de andrea zanzotto






Naútica celeste


Quisiera visitarte 
en tus reinos lejanos
oh tú que siempre
fiel regresas a mi cuarto
desde los cielos, luna,
y, como yo, sabes resplandecer
únicamente de la ajena esperanza.

lunes, 21 de mayo de 2012

un fragmento de elogio del amor de alain badiou



¿Por qué todos esos filmes, todas esas novelas, enteramente consagradas a historias de amor? Tiene que haber algo universal en el amor para que todas esas historias interesen a un público tan inmenso. Lo que hay de universal es que todo amor propone una nueva experiencia de verdad sobre lo que es ser dos y no uno. Que el mundo pueda ser encontrado y experimentado de otro modo que mediante una concencia solitaria, he ahí de lo que cualquier amor nos da una nueva prueba. Y esta es la razón por la que nosotros amamos el amor tal y como lo decía San Agustín, amamos amar, pero amamos también que otros nos ame. Simplemente, porque amamos las verdades. Ahí está lo que da todo su sentido a la filosofía: la gente ama las verdades, incluso cuando no saben que las aman.

martes, 15 de mayo de 2012

dos fragmentos de el pan desnudo de mohamed chukri




El policía cerró la puerta y la ventanilla violentamente. Esa actitud bruta ya no me aterraba. Con el tiempo, uno se habitúa a todo, incluso a la violencia. Hamid sacó un lápiz y se puso a escribir en la pared.
-¿Qué escribes? -le pregunté.
-Dos versos del poeta tunecino Abu el Kasim Echabi.
-¿Qué dice ese poeta?
-Aquí está lo que dice:

Si un día el pueblo desea la vida
el destino tiene que responder
y la noche tiene que disiparse
y las cadenas tienen que quebrarse.


-¡Formidable!
-¿Entiendes lo que dice?
-No, pero es magnífico. Siento que es muy bello. ¿Qué quiere decir?
Amar la vida. Eso es lo que quiere decir.

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Me fui al mercado. Una mujer extranjera pagó lo que había comprado y volvió a meter la cartera, llena de billetes, en su bolso. me sorprendió mirándolo y lo cogió con fuerza. Su mirada, dulce, me decía: "¿No te da vergüenza?". Me acobardé y salí del mercado. Es la miseria, señora. Los ricos tampoco tienen vergüenza: nos compran muy barato. Tal vez tú no tengas necesidad de venderte.

jueves, 10 de mayo de 2012

y un año después...



... se nos vuelve a ofrecer un buen cauce para la protesta y la reivindicación. No el único, seguramente no el mejor, quizá un poco tibio, un poco ingenuo, confuso... en fin, admitiendo todas las críticas posibles (y compartiendo algunas de ellas) un cauce tan válido al menos como cualquier otro, en el que podemos caber todos y que es más necesario que nunca. ¿Otro mundo es posible? Seguro. Alain Badiou decía en este artículo que el único despertar posible de la historia a este otro mundo en estos momentos es el que parta de la iniciativa popular. ¿Será esta? No sé, pero ¿por qué no?. Por si acaso, ahí van unos buenos consejos para que se nos dé bien el día. 

lunes, 7 de mayo de 2012

un fragmento del prólogo de santiago alba rico para dinero, de miguel brieva*



Walt Disney y los terroristas suicidas

(...)

Miguel Brieva dibuja y escribe una y otra vez contra el gag de los terroristas suicidas. Ése es casi su único tema (...) Un terrorista suicida es un sujeto que incurre en la antinomia de matarse matando. Están por todas partes. Están también dentro de nostros. Matarse matando es lo que hacen, sí, algunos desesperados, algunos fanáticos, en lugares en los que se vive mal por nuestra culpa. Pero "matarse matando" es lo que hacemos también nosotros, sin ninguna desesperación ni fanatismo, en lugares donde se vive ciertamente mejor sin ningún mérito nuestro, y en los que el convencimiento mismo de nuestra superioridad, motor de consumo -es decir, una destrucción desenfrenada-, instrumento de una producción -es decir, de una destrucción- delirante e irracional, derrite muy deprisa los polos, seca los ríos, despeina los bosques, envenena el aire y desnuda a los niños. ¿Cómo se convence a un hombre de que mate matando? En Pakistán, en Afganistán, en Palestina, en Iraq, se les empuja mucho, se les da una bomba y se les promete el paraíso a cambio de su gesto. Pero ¿cómo -cómo- se convencce a las clases medias occidentales de que cometan el atentado suicida más grande de la historia? Se les persuade de que el gesto es el paraíso mismo. Para una empresa de persuasión tan descomunal hacen falta medios también descomunales: es lo que llamamos capitalismo. Hacer estallar una bomba exigiría más conciencia (aunque fueses negativa) y más valentía por nuestra parte: en su lugar, se nos dan lavadoras, hamburguesas, pantallas de plasma, coches, refrescos, lencería fina y chocolates belgas. Es ese gag material, placentero, cotidiano (...) llamado "mercancía", que nos arranca del mundo común y que no exige de nosotros sino que pongamos infantilmente el cuerpo. (...) Pero el gag de la mercancía no basta. Hace falta también una operación de propaganda sin precedentes históricos, eso que perversamente denominamos "publicidad" para describir y celebrar la invasión del espacio público por parte de los intereses privados. (...) No es extraño que la publicidad -eso es lo que ven certeramente sus viñetas- concentre ahora toda la audacia estética, antipuritanismo moral y rupturismo revolucionario que hace cien años movilizó el arte de vanguardia para escandalizar al burgués y que hoy se inscribe en el corazón mismo de la mentalidad burguesa: es necesaria, sí, mucha audacia para persuadirnos de destruir alegremente el universo.

*con una viñeta del mismo libro.