sábado, 25 de septiembre de 2010

un poema de karmelo iribarren

VENCIDO

Vencido, una vez más. Por el amor,
el odio, o por la vida
que no hace concesiones
ni da treguas. Aquí,
en la esquina de un siglo
tan inútil como lo fueron
todos. Y también
tan sanguinario. Fumando
un cigarrillo. Indiferente. Viendo
cómo la gente se destroza,
y sin sentir nada en especial.

sábado, 11 de septiembre de 2010

un poema de roque dalton



Por qué escribimos


Uno hace versos y ama
la extraña risa de los niños
el subsuelo del hombre
que en las ciudades ácidas disfraza su leyenda,
la instauración de la alegría
que profetiza el humo de las fábricas.

Uno tiene en las manos un pequeño país,
horribles fechas,
muertos como cuchillos exigentes,
obispos venenosos,
inmensos jóvenes de pie
sin más edad que la esperanza,
rebeldes panaderas con más poder que un lirio
sastres como la vida
páginas, novias,
esporádico pan, hijos enfermos,
abogados traidores
nietos de la sentencia y lo que fueron,
bodas desperdiciadas de impotente varón,
madre, pupilas, puentes,
rotas fotografías y programas

Uno se va a morir,
mañana,
un año,
un mes sin pétalos dormidos;
disperso va a quedar sobre la tierra
y vendrán nuevos hombres
pidiendo panoramas.

Preguntarán qué fuimos,
quienes con llamas puras les antecedieron, a
quienes maldecir con el recuerdo.

Bien.
Eso hacemos:
custodiamos para ellos el tiempo que nos toca.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

un poema de javier egea



















Noche canalla


Yo no sé si la quise pero andaba conmigo,
me guiaba su risa por la ciudad tan gris.
Ella tenía en su boca colinas de Ketama
y el cielo de sus ojos me pintaba de añil.
Yo vi tantas estrellas como ella puso siempre
en aquel cielo raso como un paño de tul.
Ella llevaba el pelo como la Janis Joplin
y los labios morados como el Parfait-Amour.
La he perdido en un bosque de jeringas brillantes
por donde nos decían que se llegaba al mar;
se fue sobre un caballo de hermosos ojos negros,
por más que yo me muera no la podré olvidar.
Bajo el cielo ceniza me conducen mis piernas.
Esta noche no tengo ni esperanza ni amor.
Sólo queda el calor de mi pobre navaja.
Hoy me he visto la cara de un retrato-robot.
A pesar de sus ojos he salido a la calle,
a pesar de sus ojos me ha tocado vivir.
En un barrio de muertos me trajeron al mundo.
Esta noche canalla no respondo de mí.


lunes, 6 de septiembre de 2010

un poema de bernardo atxaga


El erizo

El erizo despierta al fin en su nido de hojas secas,
y acuden a su memoria todas las palabras de su lengua,
que, contando los versos, son poco más o menos veintisiete.

Luego piensa: El invierno ha terminado,
Soy un erizo, dos águilas vuelan sobre mí;
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
¿En qué parte de la montaña os escondéis?
Ahí está el río, Es mi territorio, Tengo hambre.

Y vuelve a pensar: Es mi territorio, Tengo hambre,
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
¿En qué parte de la montaña os escondéis?

Sin embargo, permanece quieto, como una hoja seca más,
porque aún es mediodía, y una antigua ley
le prohíbe las águilas, el sol y los cielos azules.

Pero anochece, desaparecen las águilas, y el erizo,
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
Desecha el río y sube por la falda de la montaña,
tan seguro de sus púas como pudo estarlo
un guerrero de su escudo, en Esparta o en Corinto;

Y de pronto atraviesa el límite, la línea
que separa la tierra y la hierba de la nueva carretera,
de un sólo paso entra en tu tiempo y el mío;
Y como su diccionario universal
no ha sido corregido ni aumentado
en estos últimos siete mil años,
no reconoce las luces de nuestro automóvil,
y ni siquiera se da cuenta de que va a morir.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

este jueves, luis alberto de cuenca clausura el VI agosto clandestino

JUEVES 2 DE SEPTIEMBRE DE 2010 20.00 H. INSTITUTO RIOJANO DE LA JUVENTUD LOGROÑO LUIS ALBERTO DE CUENCA PROTAGONIZA LA SESIÓN DE CLAUSURA DEL 6º AGOSTO CLANDESTINO Mi casa soñada está construida con libros, y no puedo imaginarme una existencia que no esté veteada de personajes literarios. La historia de mi vida es la historia de mis lecturas y de las respuestas vitales que esas lecturas han ido generando en mi ánimo, dijo Luis Alberto de Cuenca y eso mismo parece corroborar el artículo que Eduardo Martínez-Rico publicó en su blog Los días de Ícaro: Hace algún tiempo visité un santuario de los libros, la biblioteca de Luis Alberto de Cuenca, compuesta por unos treinta y cinco mil volúmenes. Libros de todo tipo, de todos los géneros, de muchas épocas, libros de Cultura, con mayúscula, como dirían algunos, y también libros de cultura popular, como dirían otros. Luis Alberto, poeta y filólogo de Clásicas, se caracteriza por reunir a Tintín y La guerra de las galaxias con Homero y Shakespeare. La Cultura Total. Cuando visitaba su biblioteca pensaba en los antiguos sabios, muy antiguos, que aspiraban al conocimiento, y lo que éste puede servir al hombre para dirigirnos mejor, para prosperar, para ser mejores, para vivir mejor. El conocimiento vuelto sabiduría. En realidad la biblioteca de Luis Alberto, como él dice, es su vida, su biografía. Yo lo conozco bastante bien y no me sorprendió nada de lo que vi, pero paseando por su biblioteca uno se puede hacer a la idea de lo que tiene en su cabeza. Va allí a trabajar por las tardes, y yo creo que va a jugar, como un niño con sus juguetes. Tiene varias mesas de trabajo, varios ordenadores, y todo está lleno de libros, hasta la cocina, todas las paredes. “Sí –dice Luis Alberto-, la biblioteca tiene un orden, dentro del desorden.” Hay muñecos por todas partes, de sus héroes del cómic, del cine y de sus escritores favoritos. Muñecos, fotos, postales, en todos los estantes. A una cabeza de Darth Vader, colgada en la pared, cuando se apaga la luz se le iluminan los ojos rojos y emite los sonidos estentóreos y metálicos del personaje. Tiene una televisión muy grande, y al lado del sillón un montón de películas. Cómo me imagino a Luis Alberto aquí viendo sus películas, leyendo sus libros, tomando notas, escribiendo un poema, un prólogo, consultando en Internet un dato. Una vez me dijo que era una biblioteca “para divertirse”, para disfrutar, y me quedé con eso. Cuando la visité lo entendí perfectamente. Nadie podría leer todo eso nunca, a no ser, quizá, que se convirtiera en un monstruo, y ya somos bastante monstruos los que hemos leído mucho. Pero todos los libros son apetecibles, todos contienen una pista olvidada en nuestra vida, aquello en lo que quisimos profundizar y no pudimos, o una lengua extranjera que descuidamos.

Luis Alberto de Cuenca nace en Madrid en 1950. Doctor en Filología Clásica y Profesor de Investigación del C.S.I.C., ha sido Director de dicho Instituto y de la Biblioteca Nacional. Hasta 2004 fue Secretario de Estado de Cultura. Como traductor y especialista en cultura clásica ha publicado, entre otros, Floresta española de varia caballería (1975), Necesidad del mito (1976), Himnos y epigramas de Calímaco (1980), Antología de la poesía latina (1981), El héroe y sus máscaras (1991), Bazar (1995), o Álbum de lecturas (1996). En 1989 obtuvo el Premio Nacional de Traducción por su versión del poema latino medieval Cantar de Valtario. Su obra poética se inicia en 1971 con Los retratos y prosigue con Elsinore (Madrid, Azur, 1972), Scholia (Barcelona, Antoni Bosch, 1978) y Necrofilia (Madrid, Cuadernillos de Madrid, 1983), en la línea de la poesía culturalista. La ironía, el lenguaje coloquial, el distanciamiento, o la mezcla de lo cotidiano y lo libresco, son rasgos perceptibles a partir de La caja de plata (Sevilla, Renacimiento, 1985), que obtuvo el Premio de la Crítica en 1986. El otro sueño (Sevilla, Renacimiento, 1987), El hacha y la rosa (Sevilla, Renacimiento, 1993), Por fuertes y fronteras (Madrid, Visor, 1996), y El bosque y otros poemas (Málaga, Llama de amor viva, 1997) completan su obra poética, que reúne, corregida y reelaborada, a excepción del primer libro, en Los mundos y los días. Poesía 1972-1998 (Madrid, Visor, 1999. 2ª edición). Posteriormente ha publicado Sin miedo ni esperanza (Madrid, Visor, 2002) y el reciente El reino blanco (Madrid, Visor, 2010). Más información: http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Alberto_de_Cuenca Organiza: Ediciones del 4 de Agosto Cultural Joven (Gobierno de La Rioja, Instituto Riojano de la Juventud, Fundación CajaRioja). Colaboran: Husa Hoteles Biribay Jazz Club Museum Pub&Café Diario La Rioja Grupo Profisegur Restaurante La Mejillonera