jueves, 22 de marzo de 2012

cosas que le diré a la niña que está en camino*




para helena

el dinero no importa
seré inmortal mientras me quieras
si no te es dado encontrar fácilmente tu camino
no desesperes:

no es poca misión amar

*Este es el poema que he leído esta mañana en el IES Batalla de Clavijo de Logroño, que ha tenido a bien invitarme al maratón poético que celebran cada año para festejar el Día Internacional de la Poesía. Puede que escribir sea una de esas cosas que desaconsejar a las embarazadas (algo así: no bebáis, no fuméis, no comáis por dos sino para dos y, por favor, huid como de la peste de escribir poemas). Puede, digo, porque en estos meses de embarazo he alcanzado unas cotas de moñez fascinantes. Esto es, yo soy bastante moñas de por sí. Me suelen rescatar de ahí un poco los alcoholes y cierta querencia a cierto macarrismo, pero tanto mes de abstinencia y tantas cositas pequeñas y de colores suaves y tanta ternura generalizada a mi alrededor, pues han traído consigo, como decía, unos niveles de moñez altísimos; y  con ellos, cantidades bastante considerables de poemas moñas (como aquel eslogan del Partido del Karma Democrático, PKD, que decía "el voto inútil, el voto como tú", pues igual: "el poema moñas, el poema como yo"). Casi todos fenecerán sin conocer otro aliento que el mío propio, pero este no. Este me gusta. Fuera rollos, el poema que me hubiera gustado leerles  a todos esos chicos y chicas (el poema que me hubiera encantado ser capaz de escribir para esta mañana) es este de Roque Dalton. Para nada creo que quienes perseveramos en esto de escribir, con mayor o menos fortuna, poesía, tengamos que estar constantemente justificando por qué lo hacemos. Pero si yo tuviera que hacerlo, si tuviera que explicar por qué escribo, me gustaría saber decirlo así:

Preguntarán qué fuimos,
quienes con llamas puras les antecedieron, a
quienes maldecir con el recuerdo.

Bien.
Eso hacemos:
custodiamos para ellos el tiempo que nos toca.

(La fotografía es de Robert Doisneau)

2 comentarios:

cafeconversos dijo...

La "moñez" o "ñoñez" se te pasará, no te preocupes. Pero siempre quedará la poeta y sobre todo, la madre. Eso, no se te pasará nunca.Será tu "misión".

carmen beltrán falces dijo...

en esas andamos :)

un saludo y gracias por pasarte por aquí