-Al final, terminas pasándote la vida buscando un padre y un Dios -dice el mecánico.
"Debes tener en cuenta la posibilidad de no caerle bien a Dios. Pudiera ser que Dios nos odiara. No es lo peor que podría ocurrir.
Tyler se dio cuenta de que llamar la atención de Dios por ser malo era mejor que no recibir ninguna atención. Tal vez porque el odio de Dios sea preferible a su indiferencia.
Si pudieras ser el peor enemigo de Dios o nada, ¿qué elegirías?
Según Tyler Durden, somos los hijos medianos de Dios, sin un lugar especial es la historia y sin ser merecedores de especial atención.
A menos que llamemos la atención de Dios, no tenemos esperanza de condena ni de redención.
¿Qué es peor, el infierno o nada?
Sólo si nos cogen y nos castigan podemos salvarnos.
-Incendia el Louvre -dice el mecánico -y límpiate el culo con la Mona Lisa. Al menos de esa forma Dios sabrá nuestros nombres.
Cuanto más bajo caigas, más alto volarás. Cuanto más lejos corras, más querrá Dios que vuelvas.
-Si el hijo pródigo nunca se hubiera ido de casa, el ternero cebado seguiría vivo -dice el mecánico.
(...)
Soy un estúpido y todo cuanto hago es desear y necesitar cosas.
Mi vida insignificante. Mi insignificante trabajo de mierda. Mis muebles suecos. Nunca, no, nunca le he dicho esto a nadie, pero antes de conocer a Tyler, estaba planeando comprarme un perro y llamarlo Séquito.
Así de mala puede volverse la vida.
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