Poema para recordar una naranja
Entonces no era el mundo ese pañuelo
Entonces era el mundo una naranja
de anaranjada luz que, deslumbrante,
giraba por el aire describiendo
elipses luminosas.
Una naranja enorme y achatada
por polos de novelas de aventuras...
Una naranja azul, quizás violeta,
quién sabe si limón o si esperanza.
Servía de merienda algunas tardes
apenas el reloj, contra la escuela,
sacábame a la calle, a la naranja
enorme y asombrosa de la vida.
¡Qué poco me importaba que el otoño
fuera, ademas de
OLOR, un equinoccio!...
Entonces no era el mundo ese pañuelo
tan sucio y tan pequeño.
Comiéndome soñando la naranja,
comíame la vida ingenuamente.
La vida...Eso que ahora es
las cosas que nos dicen los periódicos.
tan sucio y tan pequeño.
Comiéndome soñando la naranja,
comíame la vida ingenuamente.
La vida...Eso que ahora es
las cosas que nos dicen los periódicos.
*incluido en No canto porque existo, existo porque canto, número 107 de la Colección Planeta Clandestino que se presentará mañana miércoles 8 de agosto en la Filmoteca Rafael Azcona de Logroño a partir de las 20 horas. Más información aquí.
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