Nunca debe perderse de vista que el problema de la libertad es, ante todo, un problema de índole moral. El estímulo y resorte último de la Libertad se encuentra en el fondo del alma humana: su implantación y su defensa en la sociedad es siempre la obra de una especie de heroísmo ético, y requiere una inagotable energía espiritual y una actitud de incesante y celosa vigilancia
Y tanto.
Y tanto.
1 comentario:
El auténtico, originario problema de la libertad, es buscarle problemas. La libertad no tiene ningún problema. La libertad pasa de los problemas que buscan las cabezas.
Para ganar la libertad hay que perder todos los conceptos y teorías que nublan la cabeza.
Un saludo.
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