miércoles, 17 de diciembre de 2008

civilización gaseosa de carlos álvarez


El próximo (y muy recomendable, doy fe, tanto o más que el primero Economía. La sociedad adicta, que también tuvimos el gusto de editar) libro de Carlos Álvarez, Civilización gaseosa*, se presentará en el Espacio de la librería Santos Ochoa (c/ Doctores Castroviejo,19 de Logroño) el próximo jueves 18 de diciembre a las 19'30 horas. Para el autor y la editorial sería un placer contar con vuestra presencia. Y para vosotros me atrevo a decir que también, porque Carlos es un fiera. Aquí va un capítulo de adelanto, precisamente el que abre el libro.


Hawking
Siento un aprecio especial por los divulgadores.La difusión del conocimiento científico se reparte entre los grandes tratados y tesis doctorales que precisan de cientos de páginas de argumentación para la cuestión más peregrina y que rara vez traspasa el propio mundo académico y los reportajes de un par de páginas en los semanarios de los periódicos que, salvo excepciones, suelen tener un tufillo sensacionalista que los hace infumables.Afortunadamente entre una cosa y otra está la labor de los divulgadores. Desde el inabarcable Asimov hasta los actuales Arsuaga, Punset…. O Stephen W. Hawking. En el verano de 1989 leí su libro Historia del tiempo. Big-bang, agujero negro, positrón, constante cosmológica, principio cuántico…y otros conceptos que creí que estarían para siempre fuera de mi alcance empezaron a tener algún sentido. Desde entonces Hawking ha merecido toda mi admiración y agradecimiento… durante 17 años. En el verano de 2006 mi opinión y mis sentimientos cambiaron.En una iniciativa meritoria y original, a través de la página
http://answers.yahoo.com , Hawking lanzó la siguiente pregunta: ¿cómo puede la especie humana sobrevivir los próximos 100 años? En cuestión de pocos días recibió nada menos que 25.000 respuestas. Su compromiso era, de entre todas, elegir una. Y eligió la de un internauta que hablaba de que la Humanidad ya ha pasado por situaciones límite -como la peste negra del siglo XIV- y acababa así: ¿que por qué tengo fe en la Humanidad? Porque debo tenerla. Creo tan firmemente que sobreviviremos como que el sol saldrá mañana. Si no hay fe en la supervivencia no puede haberla en nada más. ¡Esta fue la respuesta elegida por Hawking! Qué decepción. Yo preocupado y con tanto pudor porque mis devaneos tengan un mínimo de consistencia intelectual y va y nos encontramos con esto. Un científico admitiendo la fe como recurso, la fe en que sí. Y se queda tan ancho. Como ese es mi deseo, pues así va a ser la realidad, ¡hala! y si no me enfado. No se puede ser más pueril e infantil.Pero parece que Hawking, que admitía haber lanzado la pregunta porque él mismo no tenía respuesta, a pesar de haber “premiado” una no se queda contento al 100 por 100 con ninguna de ellas y se atreve a formular la suya propia.Habla de los tres peligros que él considera actualmente más serios: una guerra nuclear, la emisión accidental o intencionada de un virus modificado genéticamente y el cambio climático, para concluir: La supervivencia a largo plazo de la especie humana estará a salvo sólo si los terrícolas nos vamos a vivir al espacio y después a otras estrellas. Pero esto no pasará por lo menos en 100 años, así que debemos tener mucho cuidado. Quizá debamos tener esperanzas en que la ingeniería genética nos haga más sabios y menos agresivos. Uno casi enmudece ante una cantidad tan gorda de estupidez y toda junta.Vayamos por partes, primero por el final ¿Está sugiriendo que, de forma voluntaria y deliberada nos modifiquemos genéticamente los humanos? Pero ¿cuántos?, ¿quiénes? ¿Unos pocos y los nombramos “clase dirigente” y venga, que nos salven? ¿O una pequeña población que, por sus especiales cualidades, en un par de generaciones se impongan y dominen la Tierra? ¿O quizá una modificación sistemática de toda la población? Igual no hay ni que operar y con una inyección o una pastillita vale ¿No suena todo esto un poco delirante?Vamos ahora con la parte primera: que nos vayamos al espacio a vivir. Esto creo que no se puede responder sino desde la mala fe. Esto, de ser una solución, lo sería sólo para unos pocos ¿y el resto de la Humanidad? Por otro lado, ¿vivir dónde?, ¿en Venus?, ¿en Marte?..., ¿y vamos a vivir con todo en nuestra contra (temperatura, aridez, atmósfera…) cuando podemos hacerlo en la Tierra con todo a nuestro favor? Pues no sé por qué se me antoja eso poco inteligente ¿O es que donde tenemos que ir es a otro lugar con unas condiciones similares a las de la Tierra? En ese caso, tendremos que salir a buscar fuera del sistema solar. La estrella más cercana, Alfa Centauro, la tenemos a 4’3 años luz, redondeando, a más de 40 billones de kilómetros. Así que en coche (haga usted la cuenta) podríamos tardar unos 46 millones de años, eso sin parar a repostar ni a mear. Aunque también hay que tener en cuenta que los cohetes espaciales corren algo más que un coche. Pero, claro, si llegas hasta Alfa Centauro y ves que por allí no hay nada que se parezca a la Tierra, pues vaya puñeta, porque tendrías que seguir buscando y la siguiente estrella se encuentra a otro tanto de distancia… monta de nuevo en el coche y ¡hala! otra panzada de billones de kilómetros.Pero Hawking nos previene: …esto no pasará por los menos en 100 años, así que debemos tener mucho cuidado ¿Pero es que él no había leído su propia pregunta?, ¿no se trataba de ver cómo podíamos sobrevivir durante los próximos 100 años? Y va y nos cuenta que algún día nos iremos a vivir fuera de la Tierra y que, mientras tanto, que tengamos cuidado, pero ¿cuidado de qué?, ¿cuáles son las pautas a seguir?, ¿todo eso es lo que nos tenía que decir una persona tan lista como él, o es que tiene tanto sentido del humor que se trataba tan sólo de una broma y aún se está desternillando?Unos meses después de lanzar su pública pregunta y emitir sus sesudas conclusiones (creo que por la primavera de 2007) nos encontramos de nuevo a Hawking, esta vez en los telediarios y en las fotos de los periódicos Estaba realizando pruebas de ingravidez en las instalaciones de la NASA, ya que sería uno de los próximos “turistas” espaciales, pero él sin pagar, una especie de invitado de honor. Y pensé para mí: no puede ser tan sinvergüenza este hombre, ¿de modo que esa apuesta pasional por el futuro de la Humanidad fuera de la Tierra no era más que el pago del billete para dar una vueltecita por el espacio?Su actitud me resulta especialmente despreciable.La “carrera espacial” nunca ha tenido la más mínima intención de constituir una colchoneta salvavidas para la Humanidad. Todo lo contrario. Se trata de pura y dura investigación militar con la cual USA pretende asegurar su dominio por la fuerza sobre el resto del planeta. Ese indecente gasto militar, cuyos recursos debidamente utilizados podrían eliminar de raíz el hambre en la Tierra, sólo puede ser admitido por la población si ésta vive suficientemente engañada y se aprovecha su pasión romántica y aventurera haciéndole imaginar la colonización de otros planetas.Y eso lo puede creer la gente que pasa media vida delante del televisor, pero Hawking no. Yo, modestamente, creo que simplemente el plantearlo ahora (fuera del ámbito de la ciencia ficción, la literatura y los sueños liberadores del espíritu), es un crimen de lesa Humanidad, en la medida en que ese deseo fútil pueda relajar el cuidado que merece el único hogar de que disponemos.Pero, con ser seria la parida ésta de Hawking, el gasto armamentístico, el escudo antimisiles y la madre del cordero, de todas formas lo importante, lo verdaderamente importante, es que nos planteemos: ¿queremos vivir en otro sitio que no sea la Tierra?



* Logroño, Ediciones del 4 de Agosto, 2008.

2 comentarios:

Pedro Montealegre dijo...

Carmen, había perdido la pista de tu blog, y ahora te he pillado nuevamente y te he linkeando en el mío. Qué alegría saber de ti. ¿vendrán a visitarnos? Besos.

antonio alfaro sánchez dijo...

muy bueno el texto gaseoso , la nueva foto del perfil es de Laguardia cagate lorito, un beso compagnera.