creer sólo en eso, en ese ser elemental
no en las segundas oportunidades (apenas sirven para repetir los mismos errores)
creer más en el instinto que en las palabras significa que hubo heridas, heridas graves, cicatrices como puntos y aparte
eso lo saben los niños, los animales y algunos adultos, los dos primeros por falta de recursos, los terceros por agotamiento
no importa lo que me digas, importa cómo me miras mientras me hablas o cómo me tocas, si es que lo haces
así de simple
y lo que hay que sufrir para llegar ahí
ya acabó la estación blanca del alma dice josé maría parreño
está bien, porque ahora ya, sobre lo sucio, las nuevas manchas se ven menos
como todo lo que no sabemos
como áfrica, por ejemplo (apenas la historia de su colonización, apenas la de sus procesos de independencia, apenas la de algunas de sus guerras)
mi compañero me explica algunas cosas de áfrica
es senegalés y dice que hacen falta más guerras allí, aunque mis hermanos mueran
sin duda, sin pena, con la certeza de que la historia de su pueblo no tiene piedad, de que la historia de los pobres es la historia de su muerte
dice que la lengua que le enseñaron en la escuela (la francesa) no le servía de nada más allá de la puerta de su clase (sus padres, sus abuelos, no la entendían)
le cuento que eso en concreto aquí no nos es muy lejano ni en el tiempo ni en el espacio
me habla de thomas sankara (el che guevara negro, le llaman), el único presidente africano en condiciones dice, que defendió la igualdad, mejoró la sanidad y la educación, que iba en bicicleta a todos los sitios, que prohibió los coches de lujo en burkina faso
y que por eso le mataron los franceses
en el plato el cadáver del ave es el cielo roto que acarició sus alas (antonio alfaro dixit)
tierra quemada, negro cadáver, cómo si no
no en las segundas oportunidades (apenas sirven para repetir los mismos errores)
creer más en el instinto que en las palabras significa que hubo heridas, heridas graves, cicatrices como puntos y aparte
eso lo saben los niños, los animales y algunos adultos, los dos primeros por falta de recursos, los terceros por agotamiento
no importa lo que me digas, importa cómo me miras mientras me hablas o cómo me tocas, si es que lo haces
así de simple
y lo que hay que sufrir para llegar ahí
ya acabó la estación blanca del alma dice josé maría parreño
está bien, porque ahora ya, sobre lo sucio, las nuevas manchas se ven menos
como todo lo que no sabemos
como áfrica, por ejemplo (apenas la historia de su colonización, apenas la de sus procesos de independencia, apenas la de algunas de sus guerras)
mi compañero me explica algunas cosas de áfrica
es senegalés y dice que hacen falta más guerras allí, aunque mis hermanos mueran
sin duda, sin pena, con la certeza de que la historia de su pueblo no tiene piedad, de que la historia de los pobres es la historia de su muerte
dice que la lengua que le enseñaron en la escuela (la francesa) no le servía de nada más allá de la puerta de su clase (sus padres, sus abuelos, no la entendían)
le cuento que eso en concreto aquí no nos es muy lejano ni en el tiempo ni en el espacio
me habla de thomas sankara (el che guevara negro, le llaman), el único presidente africano en condiciones dice, que defendió la igualdad, mejoró la sanidad y la educación, que iba en bicicleta a todos los sitios, que prohibió los coches de lujo en burkina faso
y que por eso le mataron los franceses
en el plato el cadáver del ave es el cielo roto que acarició sus alas (antonio alfaro dixit)
tierra quemada, negro cadáver, cómo si no
4 comentarios:
eh compagnera me sonrojas, gracias por tu texto, bello, bellisimo
Precioso y tristísimo.
chulo, chulo
y chula la serie
sí que mola,Carmen.
Abrazos,
P.C.
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