ocio
Ella duerme. Es la hora en que los hombres
ya despertaron, y una escasa luz
entra todavía a herirlos.
Con muy poco nos basta. Solamente
el sentimiento de dos cosas:
la tierra gira y las mujeres duermen.
Reconciliados, nos apresuramos
hacia el fin del mundo. No nos es preciso
hacer nada para ayudarle.
4 comentarios:
guapo poema. Cuídate y dale un fuerte abrazo a Enrique.
Me acuerdo de vosotros.
Otro abrazo para ti,
pablo c.
Ay, Pablo.
No sé cómo van esos asuntos riojanos que tienes entre manos, pero nos debemos mutuamente visitas, cafés y cañas. Alargar tanto estos espacios es imperdonable.
Abrazos fuertes.
Pues ahí van, ya sabes, lentos. Pero claro que sí, os debo una visita. Será pronto. Lo prometo.
Abrazos fuertes!!!
pablo!!!!!
oye, que nos debes una visita
vente cuando quieras, que tenemos hasta casa para alojarte
un besazo
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