también los pájaros acaban siendo cadáveres
veo muchos en la carretera, también de gatos y de conejos, pequeñas bolitas ensangrentadas
nunca me han impresionado los cadáveres ni la sangre, sólo una vez el de un pajarillo gris, de estos de ciudad
tenía el cuello partido y apoyado en la pared y los ojos cerrados y parecía que se había dormido en mala postura
me impresionó el equívoco, supongo
los sueños son equívocos también
karmelo iribarren dice de ellos que vivir se reduce a esquivarlos
no sé qué decir al respecto, tengo de todos los tipos, tamaños, calidades y cualidades
húmedos a veces
soñé una noche, hace poco, que me preguntaba si alguna vez pensaba en él
y que le respondía que sí, que pensaba muchísimas veces en su cuerpo, en cómo sería y, sobre todo, en qué sabor tendría
(salado, espero)
en realidad nadie decide
se me ocurrió un buen título para un poemario por detrás, pero me desanimó un poco su connotación erótica
pensé en ese título porque casi todo lo que determina nuestra vida ocurre a nuestras espaldas (la selva, las manifestaciones, las decisiones, quien nos protege, quien nos cuida, la historia)
quiero explicarme: lo que leemos en el periódico, aunque lo tengamos enfrente, está a nuestras espaldas
para mí, enfrente de mí sólo está aquéllo que puedo tocar
y poco está en nuestra mano
el viaje interior, quizás
hacer como los árboles (le robo medio poema a juan marqués) no dejan de moverse / cada vez más adentro / son las raíces las que están viajando
un viaje que nada tiene que ver con la ansiedad por lo nuevo
un viaje que consiste en reconocer y volver, una y mil veces, a lo que nos hizo felices algún día
veo muchos en la carretera, también de gatos y de conejos, pequeñas bolitas ensangrentadas
nunca me han impresionado los cadáveres ni la sangre, sólo una vez el de un pajarillo gris, de estos de ciudad
tenía el cuello partido y apoyado en la pared y los ojos cerrados y parecía que se había dormido en mala postura
me impresionó el equívoco, supongo
los sueños son equívocos también
karmelo iribarren dice de ellos que vivir se reduce a esquivarlos
no sé qué decir al respecto, tengo de todos los tipos, tamaños, calidades y cualidades
húmedos a veces
soñé una noche, hace poco, que me preguntaba si alguna vez pensaba en él
y que le respondía que sí, que pensaba muchísimas veces en su cuerpo, en cómo sería y, sobre todo, en qué sabor tendría
(salado, espero)
en realidad nadie decide
se me ocurrió un buen título para un poemario por detrás, pero me desanimó un poco su connotación erótica
pensé en ese título porque casi todo lo que determina nuestra vida ocurre a nuestras espaldas (la selva, las manifestaciones, las decisiones, quien nos protege, quien nos cuida, la historia)
quiero explicarme: lo que leemos en el periódico, aunque lo tengamos enfrente, está a nuestras espaldas
para mí, enfrente de mí sólo está aquéllo que puedo tocar
y poco está en nuestra mano
el viaje interior, quizás
hacer como los árboles (le robo medio poema a juan marqués) no dejan de moverse / cada vez más adentro / son las raíces las que están viajando
un viaje que nada tiene que ver con la ansiedad por lo nuevo
un viaje que consiste en reconocer y volver, una y mil veces, a lo que nos hizo felices algún día
7 comentarios:
eres de mis lecturas favoritas
¡Impresionante! que bueno.Me quito el sombrero (que no llevo)
un beso.
Qué bueno, Carmen. Qué suerte encontrar este laberinto tuyo, aunque eso también nos recuerde que deberíamos afrontar el nuestro...
plas plas plas plas plas plas (son aplausos virtuales)
Gracias, Pandora, por vuestro libro y por tus versos.
Mariano Ibeas
muchas gracias por vuestros comentarios (me habéis hecho sonrojar)
un abrazo
que nos haran y nos hacen felices...a veces descubro como situaciones, contextos, momentos que me hacen feliz son parecidos a los de antaño. Y descubro esa parte de atras de mi yo, con sorpresa y contento.
besos sureños muchacha
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