toca madrugar, preparar maletas y recoger
a eso de las nueve y media dejamos el apartamento, salimos por partes para que no nos pillen en la ilegalidad (dormimos seis en un apartamento para cuatro) y vamos a echarnos nuestro último desayuno inglés
lo tomamos en una sucursal de una mega cadena inglesa de comida rápida y parecemos abuelos (patrióticos) con nuestras pastis rojas y amarillas para el catarro (todos tomamos, incluido odón que no está acatarrado, dice que por no sentirse solo)
enrique nos da la clave de nuestro acatarramiento grupal cuando nos confiesa que ha estado dejando secar sus pañuelos moqueados de tela (no le gustan los de papel porque le irritan la piel, dice) en el mismo radiador en el que los demás dejábamos secando nuestras toallas
tenemos que coger el stansed express desde la liverpool street station y tenemos varias horas libres así que pillamos el autobús 23 que tarda una hora y cuarto en llegar a nuestro destino en vez del metro y hacemos nuestra última visita panorámica de la ciudad
vamos en el piso de arriba, hago fotos, grabo un vídeo, enrique esputa y enseña a odón a serlo, digo a hacerlo, enrique también sigue con sus clases de fucking english, nos hace reír, la ciudad está muy muy bonita con esta luz no-luz, pasamos por delante de la national gallery, que es la espinita que me queda y que me tendré que quitar en otra ocasión (turner, la virgen de las rocas, las bañistas de cezanne y el matrimonio arnolfini, la retrospectiva de francis bacon que se inaugura esta semana en el prado...), atravesamos la city llena de gente (es lunes por la mañana)
voy pensando cosas sueltas, los inconvenientes y ventajas de viajar en grupo (todo tiene su encanto), que apenas hemos visto niños estos días, que el agua sale súper caliente aquí (en el apartamento y en los bares), todas las cosas que tengo que hacer al llegar a casa, que anoche estuvimos hablando de dónde podríamos irnos otra vez todos juntos (sicilia, budapest, rumanía, marruecos, malta, córcega, estocolmo, las repúblicas bálticas...)
también me da por pensar en lo que dijo en una entrevista hace un par de años una pintora logroñesa de mi edad que hasta donde sé está viviendo en berlín y hace muy bien su trabajo (ha ganado muchos premios) y que venía a decir que para ella era imposible desarrollar su vocación y su impulso artístico vivivendo en una ciudad como logroño, que eso sólo podría darse si se dedicara a pintar paisajes
conocí a la chica hace bastantes años porque jugaba a baloncesto como yo y siempre me cayó muy bien, de verdad, nada personal en contra, pero ese comentario me pareció una gilipollez tremenda, una de esas cosas que son aparentemente lógicas, que las escuchas o lees y piensas "claro, normal", pero que en realidad son una chorrada como un piano
no puedo estar más en desacuerdo con eso porque no veo por ningún lado la necesidad de vivir en un sitio como berlín o como londres (y son dos ciudades maravillosas, si bien me gustó más la primera, aunque eso es lo de menos) para crear, quizá sí para otras cosas (promocionarte, buscar oportunidades, mercado...) y quizá también para perder tu norte y despistar a tu brújula, pero no para llevar a cabo el acto creativo en sí, de ninguna manera
pienso más bien justo lo contrario, que en esos lugares puedes encontrar paisajes distintos a los de logroño pero no necesariamente historias distintas, las historias, lo que te permite aprender para poder contar, para poder gritar, son siempre las mismas, siempre, y sinceramente creo que quien piense lo contrario se engaña (tengo un problema con quienes tienen por bandera el menosprecio de lo cercano y/o de lo pequeño)
otra cosa es que uno pueda necesitar aire, libertad, escapar, irse a otra ciudad porque en la suya ya conoce a todo el mundo y se aburre o porque necesita seguir estudiando (que en cualquier caso son cosas distintas a crear), pero insinuar que en las ciudades pequeñas no suceden cosas, referirse a ellas como a escenarios vacíos huérfanos de acción y de historia, es absurdo (o que estás ciego, pero entonces no vas a poder ver en ningún sitio y el problema ya es otro)
puede que dependa de temperamentos y es evidente que pintar no es lo mismo que escribir pero los dos actos responden a la misma necesidad y a mecanismos muy muy parecidos si no iguales
quizá lo que quiso decir c.(esa es la inicial de su nombre) es que había encontrado el amor en berlín (una pareja, buenos amigos, cómplices de verdad, un lugar amable para seguir creciendo) y que sin ese amor (no tener que abandonarlo por obligación es el privilegio fundamental de los ricos, algo que por ejemplo no pueden permitirse siempre en senegal o en pakistán) todo le parecía vacío, sólo paisaje, decorado, escenario de una obra que no es la suya
y para mí eso sí que tiene todo el sentido del mundo
aunque también pienso que las ciudades medianas son las más crueles del mundo (sin la posibilidad de esconderse de las grandes y sin la absoluta imposibilidad de hacerlo de las más pequeñas) y que para un espíritu sensible que se encuentre solo, aislado, que quiera huir o empezar de nuevo, tienen que ser una jodienda
en fin
entramos al dirty dicks pub, nos tomamos un café frío y malo y enrique se compra una camiseta, volvemos a andar los callejones de whitechapel y localizamos el mercado de spitalfields pero no hay casi nada abierto, entro con sonia y héctor a un tesco para que compren muffins de arándanos y scottish shortbread de mantequilla (yo también compro una cajita de eso y nos la comemos antes de llegar a logroño), paseamos por algunas de las calles en las que jack the ripper la lío parda (gunthorpe street, fournier street, wilkes street, thrawl street, hanbury street o middlesex street, que se llama como el libro de eugenides que tanto me gustó en su día), vemos la christ church de spitalfields y atravesamos un mercadillo donde hay un montón de textiles africanos e hindúes y por lo que voy viendo en el google maps nos las apañamos para esquivar todo el rato (involuntariamente) brick lane o banglantown (la mayor comunidad de inmigrantes bangladesíes del mundo y un sitio curioso y recomendado en las guías)
empieza a nevar, volvemos a la estación, compramos el billete y nos dan un palo que nos dejan temblando, montamos en el tren, vemos congelada toda el agua que nos vamos cruzando (riachuelos, lagos, charcos) y a patos andando por encima del hielo, enrique sigue con su fucking english en el vagón (todo el mundo nos mira porque dice cosas como esta: mmmm oral sex mmmm with dogs is mmm not a great idea....), nos morimos de risa, imaginamos posibles episodios pilotos (enrique en un pub, enrique vestido de bobby, enrique saliendo de una cabina, enrique frente a un english breakfast, enrique leyendo the sun con una gabardina en un banco en el parque de st james con buckingham de fondo, enrique atravesando la city con un vaso gigante de starbucks coffee...) y es la risión absoluta
llegamos al aeropuerto, comemos, compramos dulces con nuestras últimas libras, montamos en avión, dormimos, comemos chocolate y mentos, leo la revista de easyjet, aterrizamos, recogemos el coche, volvemos a casa, llueve
nos llevan odón y ana, yo sigo con mi runrun mental, pensando en que sólo me iría de mi ciudad si enrique me abandonara, entonces sí, y que probablemente me iría a madrid o a zaragoza (sitios en los que tengo gente y que me encantan aunque me parezcan menos bonitos que otros), o si la necesidad de escapar me empujara más lejos quizá sí a londres si antonio y marga siguieran allí, me pregunto si le dio a marga por hablar y estudiar español por antonio o si fue al revés (la próxima vez que la vea se lo preguntaré a ella), juego al arkanoid con el móvil de enrique, escuchamos las maquetas de enblanco y del cuarto verde, llegamos a casa y quedamos para el sábado (menos mal, porque los voy a echar de menos)
a eso de las nueve y media dejamos el apartamento, salimos por partes para que no nos pillen en la ilegalidad (dormimos seis en un apartamento para cuatro) y vamos a echarnos nuestro último desayuno inglés
lo tomamos en una sucursal de una mega cadena inglesa de comida rápida y parecemos abuelos (patrióticos) con nuestras pastis rojas y amarillas para el catarro (todos tomamos, incluido odón que no está acatarrado, dice que por no sentirse solo)
enrique nos da la clave de nuestro acatarramiento grupal cuando nos confiesa que ha estado dejando secar sus pañuelos moqueados de tela (no le gustan los de papel porque le irritan la piel, dice) en el mismo radiador en el que los demás dejábamos secando nuestras toallas
tenemos que coger el stansed express desde la liverpool street station y tenemos varias horas libres así que pillamos el autobús 23 que tarda una hora y cuarto en llegar a nuestro destino en vez del metro y hacemos nuestra última visita panorámica de la ciudad
vamos en el piso de arriba, hago fotos, grabo un vídeo, enrique esputa y enseña a odón a serlo, digo a hacerlo, enrique también sigue con sus clases de fucking english, nos hace reír, la ciudad está muy muy bonita con esta luz no-luz, pasamos por delante de la national gallery, que es la espinita que me queda y que me tendré que quitar en otra ocasión (turner, la virgen de las rocas, las bañistas de cezanne y el matrimonio arnolfini, la retrospectiva de francis bacon que se inaugura esta semana en el prado...), atravesamos la city llena de gente (es lunes por la mañana)
voy pensando cosas sueltas, los inconvenientes y ventajas de viajar en grupo (todo tiene su encanto), que apenas hemos visto niños estos días, que el agua sale súper caliente aquí (en el apartamento y en los bares), todas las cosas que tengo que hacer al llegar a casa, que anoche estuvimos hablando de dónde podríamos irnos otra vez todos juntos (sicilia, budapest, rumanía, marruecos, malta, córcega, estocolmo, las repúblicas bálticas...)
también me da por pensar en lo que dijo en una entrevista hace un par de años una pintora logroñesa de mi edad que hasta donde sé está viviendo en berlín y hace muy bien su trabajo (ha ganado muchos premios) y que venía a decir que para ella era imposible desarrollar su vocación y su impulso artístico vivivendo en una ciudad como logroño, que eso sólo podría darse si se dedicara a pintar paisajes
conocí a la chica hace bastantes años porque jugaba a baloncesto como yo y siempre me cayó muy bien, de verdad, nada personal en contra, pero ese comentario me pareció una gilipollez tremenda, una de esas cosas que son aparentemente lógicas, que las escuchas o lees y piensas "claro, normal", pero que en realidad son una chorrada como un piano
no puedo estar más en desacuerdo con eso porque no veo por ningún lado la necesidad de vivir en un sitio como berlín o como londres (y son dos ciudades maravillosas, si bien me gustó más la primera, aunque eso es lo de menos) para crear, quizá sí para otras cosas (promocionarte, buscar oportunidades, mercado...) y quizá también para perder tu norte y despistar a tu brújula, pero no para llevar a cabo el acto creativo en sí, de ninguna manera
pienso más bien justo lo contrario, que en esos lugares puedes encontrar paisajes distintos a los de logroño pero no necesariamente historias distintas, las historias, lo que te permite aprender para poder contar, para poder gritar, son siempre las mismas, siempre, y sinceramente creo que quien piense lo contrario se engaña (tengo un problema con quienes tienen por bandera el menosprecio de lo cercano y/o de lo pequeño)
otra cosa es que uno pueda necesitar aire, libertad, escapar, irse a otra ciudad porque en la suya ya conoce a todo el mundo y se aburre o porque necesita seguir estudiando (que en cualquier caso son cosas distintas a crear), pero insinuar que en las ciudades pequeñas no suceden cosas, referirse a ellas como a escenarios vacíos huérfanos de acción y de historia, es absurdo (o que estás ciego, pero entonces no vas a poder ver en ningún sitio y el problema ya es otro)
puede que dependa de temperamentos y es evidente que pintar no es lo mismo que escribir pero los dos actos responden a la misma necesidad y a mecanismos muy muy parecidos si no iguales
quizá lo que quiso decir c.(esa es la inicial de su nombre) es que había encontrado el amor en berlín (una pareja, buenos amigos, cómplices de verdad, un lugar amable para seguir creciendo) y que sin ese amor (no tener que abandonarlo por obligación es el privilegio fundamental de los ricos, algo que por ejemplo no pueden permitirse siempre en senegal o en pakistán) todo le parecía vacío, sólo paisaje, decorado, escenario de una obra que no es la suya
y para mí eso sí que tiene todo el sentido del mundo
aunque también pienso que las ciudades medianas son las más crueles del mundo (sin la posibilidad de esconderse de las grandes y sin la absoluta imposibilidad de hacerlo de las más pequeñas) y que para un espíritu sensible que se encuentre solo, aislado, que quiera huir o empezar de nuevo, tienen que ser una jodienda
en fin
entramos al dirty dicks pub, nos tomamos un café frío y malo y enrique se compra una camiseta, volvemos a andar los callejones de whitechapel y localizamos el mercado de spitalfields pero no hay casi nada abierto, entro con sonia y héctor a un tesco para que compren muffins de arándanos y scottish shortbread de mantequilla (yo también compro una cajita de eso y nos la comemos antes de llegar a logroño), paseamos por algunas de las calles en las que jack the ripper la lío parda (gunthorpe street, fournier street, wilkes street, thrawl street, hanbury street o middlesex street, que se llama como el libro de eugenides que tanto me gustó en su día), vemos la christ church de spitalfields y atravesamos un mercadillo donde hay un montón de textiles africanos e hindúes y por lo que voy viendo en el google maps nos las apañamos para esquivar todo el rato (involuntariamente) brick lane o banglantown (la mayor comunidad de inmigrantes bangladesíes del mundo y un sitio curioso y recomendado en las guías)
empieza a nevar, volvemos a la estación, compramos el billete y nos dan un palo que nos dejan temblando, montamos en el tren, vemos congelada toda el agua que nos vamos cruzando (riachuelos, lagos, charcos) y a patos andando por encima del hielo, enrique sigue con su fucking english en el vagón (todo el mundo nos mira porque dice cosas como esta: mmmm oral sex mmmm with dogs is mmm not a great idea....), nos morimos de risa, imaginamos posibles episodios pilotos (enrique en un pub, enrique vestido de bobby, enrique saliendo de una cabina, enrique frente a un english breakfast, enrique leyendo the sun con una gabardina en un banco en el parque de st james con buckingham de fondo, enrique atravesando la city con un vaso gigante de starbucks coffee...) y es la risión absoluta
llegamos al aeropuerto, comemos, compramos dulces con nuestras últimas libras, montamos en avión, dormimos, comemos chocolate y mentos, leo la revista de easyjet, aterrizamos, recogemos el coche, volvemos a casa, llueve
nos llevan odón y ana, yo sigo con mi runrun mental, pensando en que sólo me iría de mi ciudad si enrique me abandonara, entonces sí, y que probablemente me iría a madrid o a zaragoza (sitios en los que tengo gente y que me encantan aunque me parezcan menos bonitos que otros), o si la necesidad de escapar me empujara más lejos quizá sí a londres si antonio y marga siguieran allí, me pregunto si le dio a marga por hablar y estudiar español por antonio o si fue al revés (la próxima vez que la vea se lo preguntaré a ella), juego al arkanoid con el móvil de enrique, escuchamos las maquetas de enblanco y del cuarto verde, llegamos a casa y quedamos para el sábado (menos mal, porque los voy a echar de menos)
7 comentarios:
De puta madre.
Qué bonito.
como por ahi apuntaba alguien tendremos que subvencionarte viajes pa que los croniques
Qué pena que ya hayas acabado.
Eres la mejor cronista de viajes del mundo mundial.
Un besote, guapa.
Carmen se suelta (en esto de abrir su mente en público) en esta cuarta parte de su crónica londinense.
Estoy de acuerdo contigo en lo de las ciudades, eso de que una ciudad se te ha quedado pequeña suena la mayor parte de las veces a excusa mala.
Un abrazo, Óscar.
Y se acabó.
Qué bonitos recuerdos.
Besukos!
¡Vámonos de viaje, Carmen!
Ahí va un enlace:
http://www.buscatunorte.es/
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